No hay gloria sin sufrimiento

Se dice que no se puede llegar a la gloria en el deporte sin una ración de sufrimiento. Y el Cajasur, el emblema del Real Club Priego, lo ha podido comprobar a la perfección esta semana tras los dos partidos que le han medido a un combativo Universidad de Burgos. Si el miércoles el enfrentamiento acabó en empate, este viernes ha conseguido una victoria valiosa (4-2) para seguir con ventaja en el liderato de la Superdivisión gracias al punto definitivo aportado nuevamente por un Carlos Machado que sigue acelerando los plazos del proceso de rehabilitación.

Tan sólo 48 horas después, tanto Calvo como Berzosa movieron las mismas fichas del miércoles. Es decir, que con distinto orden se jugaron los mismos partidos. Y el resultado se cuadró en los dos primeros compromisos. André Silva fue el encargado de abrir el fuego para el Cajasur con un triunfo sobre Francisco Ruiz por 3-1. Al luso, eso sí, le costó algo más que en el partido anterior. Pero cumplió con su cometido y puso por delante a su equipo en previsión de hasta dónde pudiera llegar Carlos Machado en su partido ante Caballero.

Y el prieguense lo intentó, llevando a la máxima exigencia a Caballero. Perdió, con sus limitaciones, las dos mangas por 11-9. Llegado a ese punto, entendió que el objetivo estaba cubierto. Primero, probarse; después, intentar desgastar a Caballero con vistas al trascendental partido ante André Silva.

Con todo, antes de llegar a ese momento quedaba el partido entre Qiyao Han y Jorge Ausín después del 3-0 de Burgos. El oriental, en esta ocasión, supo devolverlo y con velocidad, por lo que ponía de cara la posibilidad de dejar los puntos en casa.

Sin duda, Silva y Caballero disputaban de nuevo un partido clave y en el ánimo del Centro de Tecnificación se esperaba que también se cobrara la deuda. El pleito se trabó con ventajas del portugués en dos ocasiones que supo neutralizar Caballero, quien terminó adjudicándose el quinto y definitivo. Por lo tanto, 2-2 y mucha tensión a la hora de determinar quién se quedaba los puntos.

Qiyao Han, con muchos problemas, aportó un nuevo triunfo parcial. Pero lo pasó realmente mal. Perdió la primera manga y después se vio con sendos 7-10 que consiguió levantar para remontar y sentenciar la contienda en la cuarta.

Con el punto asegurado, el Cajasur dependía para la victoria de Carlos Machado. Y el número 1, como casi siempre, dio la cara volviendo a desafiar al dolor. Su estrategia estaba clara: intentar un triunfo por la vía rápida para evitar complicaciones y molestias. Machado cerró el partido y confirmó en el liderato al Cajasur a la espera del siguiente encuentro ante el Sanse el próximo miércoles.