Todo entrenador anhela contar con los mejores chicos para convertirlos en los mejores deportistas. De vez en cuando, la suerte te toca y además este joven resulta ser un talento deportivo con un futuro por escribir y unos límites por determinar. Cristina Cardador, cordobesa del Figueroa es uno de estos casos. De pequeña se codeaba en la pista con la hoy consagrada Caro Marín. Cristina luchaba, sufría y acababa perdiendo ante una menuda jugadora onubense que hoy es campeona olímpica y del mundo en bádminton. Como entrenador, sólo podía intentar hacerle comprender que enfrente tenía a otro talento y que debía medir en su justa medida una derrota ante Marín. Pero su autoexigencia no le permitía entenderlo.
Como deportista y jugadora de bádminton, Cristina ha sido un referente en Córdoba; pero también un huracán en su casa, en su barrio y nunca ha pasado desapercibida allá donde estuviera. Líder, compañera y buena amiga.
Cristina Cardador nos ha dejado muy pronto, ha fichado por el club de Los Cielos, donde siempre podremos recordarla, los que la queremos. Así el mundo del deporte de Córdoba, del bádminton en particular queremos manifestarle nuestro más cálido abrazo de comprensión y de dolor compartido a sus padres y sus hermanos.