Los testimonios del I Congreso Olimpico con Tokio 2020 en el horizonte
27 de diciembre de 2019 | +deporte | Redacción
Julia Figueroa, Alfonso Cabello, Rafa Lozano, Fátima Gálvez, Rafa Muñoz, Carlos Machado, Rafa Berges y Domingo García relataron sus dificultades y alegrías en la doble mesa redonda celebrada en el Sal
Alfonso Cabello, Julia Figueroa, Fátima Gálvez y Carlos Machado, de una parte, y Rafa Lozano, Rafa Berges, Rafa Muñoz y Domingo García, de otra, narraron en dos mesas redondas las riquezas y penurias del deporte, con el olimpismo pasado, presente y futuro como gran protagonista en el I Congreso Olímpico de Cordobadeporte.com celebrado en la tarde-noche del pasado lunes 23 de diciembre.
El objetivo era realzar las figuras de nuestros deportistas, en la élite nacional, europea y mundial en muchos casos, protagonistas de grandes hazañas que no pueden caer en el olvido jamás. Pocos eventos serán siempre los que se hagan para tratar de sacarles del anonimato que a nivel ciudad y provincia parecen vivir a veces, para que afición, instituciones y patrocinadores conozcan su realidad, ésa que, como se puso de manifiesto allí, lleva a Alfonso Cabello a tener que competir bajo los colores de la Región de Murcia en los campeonatos nacionales por no existir representación suficiente de la Andaluza de Ciclismo, o que hace que Julia Figueroa acuda a la Diputación Valenciana para recabar apoyos siendo cordobesa de pura cepa.
Un espectacular ramillete de anécdotas del pasado, desde el encuentro de la judoca con Pau Gasol en el comedor de la Villa Olímpica de Río, a la discusión previa a la competición de Fátima Gálvez con el entrenador de la Federación en Londres 2012. “Fue un comienzo extraño, no esperaba tener tantos problemas en unos Juegos. Esperaba todo más fácil, más apoyo y facilidades al deportista”. Tras dos diplomas olímpicos (quinto y cuarto puesto), la baenense dejó claro que en Tokio 2020 “no me conformo con entrar en finales. Quiero una medalla”.
Para Cabello su reto va más allá de luchar por la presea tras las logradas en Londres y Río, porque “el factor corrector de Tokio (de las distintas categorías por discapacidad) es sólo de medio segundo (eran dos en 2016) y me veo con opciones de oro”. Al margen del objetivo, comentó que “para mí, más que el hecho de estar en la Villa, lo impactante fue salir a la calle tras conseguir el oro y que te conociera todo el mundo. Por desgracia, soy más conocido fuera que en España, me paran mucho más que aquí”.
En los casos de Julia Figueroa y Carlos Machado su sueño cumplido fue efímero, lo que llevó al prieguense a afirmar que “entrenas mucho tiempo y en Londres 2012 te das cuenta de que puede ser muy fugaz. Me supo a poco. A mí me afectó la atmósfera de lo que significa competir en unos Juegos, la situación me sobrepasó. Apenas podía oír el bote de la pelota, que te sirve de orientación, por el ruido de pabellón con más de 7.000 personas, porque nunca había jugado ante tanto público”.
Por todo ello en la segunda quincena de enero buscará repetir experiencia olímpica con el equipo nacional, con el que buscará en el Preolímpico de Portugal la clasificación para sus segundos Juegos Olímpicos y poner así la guinda a su anunciada retirada al final de temporada tras veinte años con la selección.
La judoca echó la mirada atrás para recordar que el día de su debut “cuando estaba calentando no me había sentido mejor en mi vida. Pensaba que iba a ser campeona olímpica. Las reviento a todas me dije, pero la competidora cubana que me tocó en primera ronda no se me daba bien y me fui a casa enseguida”.
Los protagonistas de la primera mesa redonda contaron su realidad actual bajo la luz y penumbra del deporte de competición, así como interesantísimas reflexiones en un debate de muy alto nivel y único en Córdoba, que ante el interés y preguntas de los asistentes superó ampliamente la duración inicialmente prevista.
Luego, en la segunda tanda, los tres Rafas y Domingo García también revelaron las diferencias entre su faceta de deportistas y la que en algunos casos bien conocen como entrenadores, con el duro día después cuando todo acaba como telón de fondo. un bronce en Atlanta 1996 y una plata en Sidney 2000.
El mejor deportista olímpico cordobés de todos los tiempos, el ya ex-boxeador Rafa Lozano, así lo avala el bronce de Atlanta 1996 y la plata de Sidney 2000, junto al diploma de Barcelona 92 y el logrado en Río 2016 ya como seleccionador embargo, también contó sus vivencias dentro de un camino inicial que no siempre fue cómodo, pues “cuando llegas al equipo nacional es cuando cambia todo, pero antes tenía que irme a los árboles torcidos y colgar los sacos yo”.
De su lado, el ex-nadador Rafa Muñoz aseveró que “uno de los grandes fracasos del deporte español es precisamente el éxito. Están solo en la ola positiva”. En ese sentido dio un consejo a los padres en general cuando llevan a sus hijos a competir, que no fue otro que “no sean padres-crono”, para referirse a las exigencias que puedan afectar a sus hijos a la hora de competir.
Rafael Berges, medalla de oro con la selección española de fútbol en Barcelona 1992, puntualizó que “esta ciudad tiene que mejorar en muchas cosas. Mejoraron las instalaciones, pero están a años luz de otros sitios”.