Llega en forma al verano desde casa
4 de marzo de 2020 | +deporte | Redacción
Pasan los meses y el verano está a la vuelta de la esquina
En pocos días llegará la primavera, y ya sabemos qué sucede: llega el buen tiempo, al poco tiempo Semana Santa y en nada nos plantamos en el mes de mayo. ¿Y qué pasa en mayo? Que queda poco menos de un mes para ponernos el bañador o el bikini e irnos a chapotear a la playa o a la piscina.
Y cada año te pasa lo mismo: te despistas, piensas que aún tienes tiempo por delante, y llega el mes de junio y aún conservas algún que otro michelín navideño. Tu bañador preferido no te queda como te gustaría, no te sientes del todo cómodo/a con el cuerpo al aire… y un año más te dices que el año que viene no te pasará lo mismo.
Pero al año siguiente vuelve a ocurrir.
Ahora que de verdad aún tienes tiempo por delante, está en tu mano evitar que este año te pase otra vez. Así que ponte manos a la obra: equípate adecuadamente para el gimnasio de la cabeza a los pies, reúne toda tu disciplina y ponte a entrenar ya mismo siguiendo nuestros consejos para ponerte en forma de cara al verano.
Establece una rutina de ejercicio
Si has llegado hasta aquí, ya has hecho mucho: has cambiado el chip. Pero evita que ahora te entren todas las prisas. Roma no se construyó en un día, y tu cuerpo no va a ponerse en forma en dos semanas por más que te machaques en el gimnasio.
Si llevas tiempo sin entrenar, lo mejor que puedes hacer es marcarte objetivos realistas que no te agobien. Porque si tu primer objetivo es ir al gimnasio cada día, es fácil que no lo consigas por falta de fondo y en poco tiempo te frustres, te desanimes y abandones.
Empieza de a poco, existen multitud de ejercicios que se pueden realizar desde casa y muy eficaces. Empieza con 1-2 días a la seman. En biciestatica podemos ver los mejores modelos de cintas de correr profesional. Cuando esta frecuencia se haya convertido en tu rutina, agrega días de entreno si puedes permitírtelo.
Al mismo tiempo, no te exijas demasiado físicamente al principio: si empiezas con entrenos de muy alta intensidad, las agujetas, el cansancio generalizado y la sensación de que tu cuerpo “no llega” al nivel van a convencerte de que tu cuerpo no puede hacerlo, y no hay nada más alejado de la realidad. Puedes, claro que puedes, pero a su debido tiempo.
Si estableces una rutina de intensidad progresiva, que poco a poco vaya incrementando el nivel de exigencia, verás cómo, sin darte cuenta, terminarás por cumplir tus objetivos máximos sin apenas notar el esfuerzo de lograrlo.
La importancia de la alimentación
Parece una perogrullada, pero lo cierto es que la cantidad de personas que buscan ponerse en forma sin alimentarse adecuadamente es tremenda. En su mayoría, buscan resultados rápidos y tienen por objetivo principal perder peso –que no es exactamente lo mismo que “ponerse en forma”.
Ponerse en forma implica tonificar todo el cuerpo, ganar fuerza y resistencia, y reducir la grasa corporal para dar más espacio al fortalecimiento de los músculos. Pero no implica necesariamente perder peso.
Es más: es posible que, si te entrenas a menudo y comes adecuadamente, en lugar de perder peso lo ganes. Pero eso es porque tus músculos estarán ganando volumen gracias al entreno, no porque estés engordando.
Un entreno para ponerse en forma es exigente físicamente, y si no te alimentas bien tu sistema inmunitario puede reaccionar de forma adversa a la frecuencia del ejercicio y debilitarse. Así pues, asegúrate de aportar a tu cuerpo las cantidades diarias necesarias de proteínas animales y vegetales, hidratos de carbono y verduras, frutas y hortalizas.
El secreto para ponerse en forma no está en comer menos, sino en comer mejor. Evita los azúcares y los hidratos de carbono refinados, las grasas animales, las carnes procesadas y todo lo que lleve colesterol, y por el contrario fomenta el consumo de carne blanca, pescado, granos integrales y vegetales y frutas.
Dale a tu cuerpo la gasolina necesaria para moverse y verás cómo él solo toma la forma que estás deseando.
Equípate con el material adecuado
Puede resultar difícil de creer, pero lo cierto es que ir bien equipado a la hora de hacer ejercicio puede marcar la diferencia entre sacarle partido a un entreno o sentir que no has entrenado bien.
Por ejemplo, si no llevas las zapatillas adecuadas al tipo de disciplina que estás haciendo, tu rendimiento se verá afectado e incluso puedes terminar con lesiones inesperadas. Y lo mismo sucede con tu vestimenta: tiene que ser adecuada al tipo de actividad física que vas a hacer.
Si escoges por ejemplo unos leggings largos y muy ajustados para realizar actividades exigentes que requieran mucho movimiento libre, vas a sentir que no aprovechas bien la actividad porque estás incómodo/a.
Así que define bien cuáles van a ser tus actividades deportivas y, si puedes, ten preparado un outfit fitness para cada tipo de entreno, incluidas sus zapatillas. ¡Verás qué diferencia en tu rendimiento!