El Squash, complemento ideal para el futbolista

El Squash es un deporte poco conocido en nuestra sociedad actual, pero que en los últimos tiempos ha crecido y cada vez es practicado por más gente. La principal causa la encontramos en la cantidad de deportistas que cada año practican y encuentran la diversión a esta “nueva” disciplina. Pero, además, sus beneficios y aportaciones en diversas cualidades físicas, han hecho posible que se le encuentre como alternativa para trabajar dichas cualidades en algunos de los deportes.

De esta manera, algunos técnicos han apostado por cambiar el squash por el fútbol a la hora de trabajar la velocidad de reacción, por ejemplo. El Squash es un deporte en el compiten dos personas con una raqueta cada uno, con la que deben golpear a una bola de goma contra la pared. Se practica en un terreno de juego cerrado, con el objetivo de golpear cuantas veces se desee en la pared, con una regla similar a la del tenis: solo puede golpear una vez en el suelo entre participación de cada jugador. El jugador conseguirá punto en el caso de que le bote al contrincante dos veces la bola en el suelo de forma consecutiva.

El color de la pelota para jugar al Squash será el que indique el grado de velocidad o rebote de la misma, por lo que será de menor o mayor dificultad para el jugador. Se trata de un parámetro básico para conocer la exigencia del jugador, cuyas cualidades que más trabajará será la carrera y la agilidad, explicación por la que numerosos técnicos la emplean o pueden emplear en el futuro para sus jugadores.

Y esta característica es la que aporta dicha transversalidad al Squash, que, a parte de ser una modalidad deportiva, se está demostrando que puede ser utilizada para otros deportes.

Las pelotas de squash tienen un diámetro de entre 39,5 mm y 40,5 mm, y un peso de entre 23 y 25 gramos. Tal y como hemos dicho, los colores de los pequeños puntos que tiene coloreada, es la que indica su nivel de bote y, por consecuencia, su dificultad y velocidad de juego. Se trata del doble punto amarillo (extra lento), punto simple amarillo (lento), punto simple rojo (medio) y punto simple azul (rápido).

En cuanto a su competición propiamente dicha, cabe destacar la PSA, que es una afiliación del WSF (World Squash Federation) y que es aquella que determina las reglas de nuestro deporte de hoy. El Presidente actual de la junta de la PSA es Ziad Al-Turki, seguido de James Willstrop, Presidente General, acompañados siempre de un staff variado y conformado por diferentes autoridades y asistentes, tanto de términos administrativos, como ejecutivos y ecónomicos, entre otros.

Para los amantes del Squash, el World Open es el momento más importante de cada temporada. Es considerado, junto al British Open, como el evento con mayor relevancia entre los jugadores y aficionados. El último campeón, correspondiente al año 2018, se trata del egipcio Ali Farag, que se coronó vencedor en Estados Unidos. Sin embargo, el pódium histórico lo ostenta el pakistaní Jahangir Khan.