Felipe Reyes no se baja del podium en las Olimpiadas de Río
21 de agosto de 2016 | Baloncesto | Minuto90.com
Objetivo cumplido: España quería regresar de Río con una tercera medalla olímpica consecutiva y lo ha conseguido. Ha costado mucho, ha tenido que sudarla hasta el último aliento frente a un rival que también se ha vaciado, pero lo ha conseguido. A Pekín 2008 y Londres 2012 se les suma ya en el libro de oro del baloncesto español Río 2016. Y como en las dos anteriores citas, protagonismo cordobés con la presencia de Felipe Reyes.
No se empezó con un juego excesivamente fluido, pero España se encontró más cómoda en pista a pesar de la pronta marcha de Ricky al banquillo, con dos faltas en apenas tres minutos, el mismo camino que poco después ha seguido Dellavedova. Bien sujetado Mills por Lllull, los cinco puntos del base australiano fueron puramente anecdóticos porque el ritmo lo marcó en todo momento la Selección, especialmente apoyada en el acierto en los lanzamientos triples de Mirotic, aunque la irrupción de Andersen permitió a los aussies no perder la consistencia. Otra canasta de 3 puntos, ésta de Claver, cerró el primer cuarto con 23-17.
España alcanzó su mayor cota de eficiencia, ofensiva y defensiva, en la primera mitad de segundo cuarto. Una defensa que forzó a los australianos a alargar sus movimientos, rebotes ofensivos con autoridad y tres triples prácticamente consecutivos –de Felipe, Claver y Pau- estuvieron a punto de abrir una brecha importante (40-28, minuto 16). Pero no hubo continuidad: Mills y Andersen reaccionaron soltando sus muñecas y con ocho puntos en apenas dos minutos reequilibraron el marcador al llegarse al descanso. Con todo abierto, Australia recuperada y España consciente de que había dejado escapar una primera oportunidad.
Un cuarto al ataque es lo que protagonizaron ambos equipos a su regreso del intermedio, un ritmo anotador que fue incrementándose a medida que pasaban los minutos y que acabó completando un parcial de 27-26 que mantenía a España por delante. No acusó Australia la eliminación por faltas de Bogut apenas iniciado el segundo tiempo; al contrario, consiguió redoblar su ritmo e incluso ponerse por delante por primera vez desde los momentos iniciales (51-52, minuto 25) tras una de las innumerables canastas de Mills fabricadas por su velocidad y cambio de ritmo. Todo por decidir (67-64) en los diez últimos minutos.
Y así ha seguido hasta los últimos segundos. El último cuarto arrancó con triple de Sergio Rodríguez (70-64) pero se desarrolló prácticamente en su totalidad en un intercambio de canastas, con un juego aparentemente deslavazado y fuera de control, con Mills y Pau Gasol erigidos definitivamente en los dos principales referentes anotadores de ambos equipos: 30 y 31 al final para cada uno. Desde el 73-75 (minuto 34, canasta de Andersen) no hubo diferencias superiores al punto, cada ataque fue un reto, cada defensa una tensión. Y así se resolvió la medalla, con máxima tensión en un último medio minuto emocionantísimo que fue una batalla de nervios. 85-86 tras dos tiros libres de Andersen a falta de 35 segundos. 87-86 tras dos tiros libres de Pau Gasol a falta de 28 segundos. 87-88 por culpa de un semigancho de Baynes a falta de 9 segundos. Y 89-88 tras dos tiros libres de Sergio Rodríguez a falta de 5,4 segundos. Y la batalla de los nervios la ganó España: bien asentada en una defensa que valía una medalla, Andersen falló el mano a mano con Mills y Claver dio al balón el manotazo necesario para enviarlo hacia pista Australia y permitir que el reloj corriera ya sin peligro.
La tercera medalla olímpica consecutiva ha sido una realidad, para el conjunto español, y con él, para Felipe Reyes.