Pepe Moral triunfador de la tercera corrida de Sevilla

Pepe Moral ha sido el triunfador de esta tercera corrida de la preferia al cortar una oreja al sexto toro. Cuando parecía que la tarde se iba en blanco, principalmente a causa del escaso juego de los toros de Montalvo, el torero de Los Palacios volvió a mostrar sus buenas formas y realizó una faena interesante al último de la corrida. El Cid estuvo en buen tono toda la tarde aunque sin enemigos válidos para el triunfo y también Luque puso interés pero sin materia prima apta. Ambos se fueron de vacío de una tarde que se salvó en el sexto, logrando que el pública saliera con buen sabor de boca de la plaza.

5ª de abono

Se lidiaron seis toros de Montalvo, tercero y cuarto sobreros del mismo hierro, bien presentados y de escaso juego.

Manuel Jesús 'El Cid', silencio y silencio.

Daniel Luque, silencio y silencio.

Pepe Moral, silencio y oreja.

La plaza registró casi media entrada. Saludó montera en mano Alcalareño.

El triunfo conseguido en el sexto por Pepe Moral fue lo más destacado en la corrida de Montalvo. Los toros de esta ganadería no dieron tan buen juego como los del año pasado y la faena de este torero sevillano fue lo mejor de una tarde que parecía escaparse sin contenidos brillantes.

El Cid mostró su buena disposición con el capote en el toro que abrió plaza. El de Montalvo fue cuidado en el caballo y Daniel Luque hizo un buen quite a la verónica. Alcalareño se desmonteró en banderillas. En el inicio de la faena el toro dio un volantín que limitó su poder. El Cid lo toreó con buen trazo con la derecha pero el de Montalvo acusaba su falta de fuerza y comenzó a defenderse. Lo intentó también con la zurda y logró muletazos muy limpios y de buen trazo, rematados con buenos pases de pecho. Mató de estocada. Silencio.

El Cid dio buenos lances a la verónica en el cuarto de la tarde, que dio un volantín en este recibo y fue devuelto por claudicar. El sobrero fue manso y huidizo en los primeros tercios y el torero de Salteras lo supo recoger y fijar bien en la muleta. Fue una labor de mérito en la que fue metiendo al toro poco a poco hasta alcanzar los mejores momentos, que llegaron con la derecha. El público a esas alturas se había desentendido de la faena contrariado por el juego del ganado. Silencio.

El segundo embistió bien al capote de Daniel Luque y el torero se lució a la verónica, intercalando también algunas chicuelinas, suerte que practicó también en el apretado quite. Aprovechó su turno de quites Pepe Moral para torear bien a la verónica. En la muleta el toro manseó en los primeros compases de la faena pero Luque lo sacó a los medios y le dio una primera serie con la derecha. A partir de ahí el animal se desinfló y el torero insistió, sin tener enemigo. Estocada baja y silencio.

Al quinto lo recibió con el capote con las dos rodillas en tierra pero el toro no se empleó ni se presto al lucimiento. En la faena supo dejar la muleta en la cara para ligar un par de series con la derecha en las que intentó poner lo que al toro le faltaba. El público llegó a recriminarle la insistencia.

El tercero fue devuelto y en su lugar salió un sobrero del mismo hierro que tampoco estuvo sobrado de fuerza. Pepe Moral lo intentó pero el propio público le pidió brevedad por la falta de vida de su oponerte. Por el lado izquierdo logró algunos muletazos prolongando con toques la embestida de su enemigo. Mató a la segunda. Silencio.

El sexto fue protestado en los primeros tercios, pero el presidente no lo devolvió. Pepe Moral supo encelarlo bien en la muleta en las primeras series con la derecha, logrando ligar y consiguiendo que la banda arrancara por primera vez en toda la tarde. Lástima que el toro no aguantara más y pronto empezara a desentenderse. Moral estuvo muy dispuesto y lo puso todo de su parte para conseguir el triunfo. Después de matar de estocada, consiguió la única oreja de la tarde.