García Navarrete corta una oreja en la quinta novillada de Sevilla
15 de junio de 2018 | Toros | patiodecuadrillas.com
Daniel de la Fuente también destaca y da una vuelta al ruedo
La quinta novillada de abono tuvo a García Navarrete como triunfador. El novillero jiennense corto la única oreja de este festejo nocturno, en el que también Daniel de la Fuente estuvo a punto de tocar pelo en el primero de su lote, dando una vuelta al ruedo cuando el palco le negó el trofeo. Carlos Ochoa se fue de vacío pero también dejó detalles en sus novillos.
Se lidiaron novillos de Antonio López Gibaja, bien presentados y de juego desigual.
García Navarrete, ovación y oreja.
Carlos Ochoa, ovación y palmas.
Daniel de la Fuente, vuelta tras petición y aviso y ovación.
El primero de la tarde no estaba sobrado de fuerza y por ello no se empleó, defendiéndose en algunos momentos y costándole desplazarse. García Navarrete anduvo dispuesto con él y por encima, pero sin lograr brillar por la sosa condición del novillo. Mató de pinchazo y estocada baja y fue ovacionado.
En el cuarto, Garcia Navarrete logró destacar en el toreo zurdo, entendiendo a un novillo que iba bien pero que salía desentendido de la muleta. En ese pitón basó la faena y cuajó una actuación meritoria que remató de buena estocada, lo que puso en sus manos la primera y única oreja de la noche.
Carlos Ochoa mostró su buen concepto desde la primera serie al segundo, consiguiendo ligar a un novillo con movilidad. También al natural dio una primera serie con la mano baja que hizo sonar la música. La siguiente por ese pitón siguió subiendo el tono de la faena y a continuación sufrió un desarme que cortó el ritmo. Mató de estocada defectuosa y tuvo que descabellar.
Al quinto le costaba ir hacia delante, se rebrincaba y se fue apagando. Ochoa hizo el esfuerzo pero no pudo lucirse con un animal nada colaborador. Mató de pinchazo y estocada.
Daniel De la Fuente, que debutaba con picadores, comenzó la faena al tercero con suavidad y temple en muletazos por alto y también templó en las primeras series con la derecha, que tuvieron compostura. Al natural logró la mejor serie de la faena e hizo sonar la música. A partir de ahí el novillo comenzó a rajarse y él supo cortar a tiempo. Mató de pinchazo y estocada y hubo petición de oreja que el palco no atendió. Vuelta al ruedo.
En el sexto volvió a mostrarse firme con la derecha y más incómodo al natural por la brusquedad del novillo por ese lado. Se acabó pronto este astado también y tuvo que matar sin poder redondear la buena impresión que dejó en su primero.