¡Qué viril es tu casta por la arena
al enfrentarte con la fiera airada,
no te importa lo cruel de la cornada
ni el miedo, ni la sangre, ni la pena…!
Se yergue tu figura tan serena
con la gracia sutil y apasionada
y se enciende el acero de tu espada
en la hora crucial de ... leer más
al enfrentarte con la fiera airada,
no te importa lo cruel de la cornada
ni el miedo, ni la sangre, ni la pena…!
Se yergue tu figura tan serena
con la gracia sutil y apasionada
y se enciende el acero de tu espada
en la hora crucial de ... leer más