¿Y ahora qué?

En tan sólo unas horas le daremos la puntilla al 2016, un año muy a contraestilo para el mundo del toro en nuestra provincia. Y son muchos los aficionados que me han comentado ¿Y ahora qué?

Pues que hay que olvidar, -taurinamente hablando-, muy pronto los golpes bajos que se ha llevado la afición, por muchos sitios (suspensiones muy polémicas y dañinas, plazas que se han quedado a última hora sin espectáculos, ...), y como en estas fechas le sacamos la parte buena a las cosas, vamos a dejarlo ahí, y sacamos todo nuestro optimismo para que no vuelva a pasar lo mismo en el venidero.

Venidero que nos trae dos aniversarios muy a tener en cuenta en el planeta taurino, como son el centenario del nacimiento del IV Califa del Toreo, Manuel Rodríguez 'Manolete', y el 25º aniversario de la alternativa de Rafael González 'Chiquilín'. Que nos consta que van a tener una buena repercusión fuera de nuestras fronteras, porque el consistorio cordobés hace unos meses ya puso en marcha una Comisión para homenajear al 'monstruo' de Santa Marina, y ya sabemos de varias actividades que se están preparando entorno a la efeméride del doctorado de 'Chiquilín'.

En cuanto a lo que veremos en las nuestras plazas, de momento tenemos información de que hay varias que están deciendo su futuro, como son el caso de Belmez, Cabra, Villanueva de Córdoba, y Palma del Río. El resto, parece que van a continuar con los mismos gestores que este año han tenido.

Por lo que respecta al Coso de los Califas, de aquí a unos meses tendrá un nuevo presidente, y me consta saber que la actual empresa (FIT), -que todavía tiene varios años de contrato en vigor-, quiere preparar una Feria de Mayo atractiva.

Y otra cosa que tenemos que seguir teniendo en cuenta, son los muchos y buenos profesionales que tenemos en activo, y que van a seguir poniendo en todo lo alto a la Córdoba Torera, y provincia.

Así las cosas, no quiero terminar sin recordar a los miembros de la familia taurina que nos han dejado este 2016, y de una manera particular, lo quiero hacer con mi amigo Figuerola, al que siempre recordaremos en la Puerta de Cuadrillas del Coso de los Califas; y con mi amigo Eugenio Arévalo, otro gran profesional que jamás olvidaremos lo que nos facilitó nuestro trabajo duranto todo el tiempo que estuvo al frente del equipo médico de la enfermería de la Plaza de Toros de Córdoba.

Y ahora lo que nos queda es seguir apoyando y defendiendo a nuestra Fiesta Nacional, desde la parcela que nos corresponde a cada uno.

Que no es fácil.

Pero no nos queda otra.

¡Feliz año nuevo!