El pasado martes tuvo lugar en Casa Antonio la tradicional copa de Navidad de la Delegación cordobesa del CTAAF, donde quedó de manifiesto los momentos de unión que vive el colectivo, después de los diferentes acontecimientos ocurridos en las últimas fechas. Unión en el más amplio sentido de la palabra, puesto que fue gratificante volver a ver a buena parte del colectivo de fútbol sala, con su delegado José Manuel Santos a la cabeza, y unión ante las últimas agresiones, en especial la sufrida por el joven Guillermo Ávila, tema que está todavía en los tribunales, pendiente de veredicto, después del juicio celebrado la pasada semana.
El colectivo cordobés se sintió arropado por el máximo responsable a nivel andaluz, Felipe Santos, que llegó acompañado de su mano derecha, Antonio Machuca, además como no podía ser de otra forma, ejerció como jefe de ceremonias el actual delegado cordobés, Pedro Benítez, Rafael Ramírez, dirigente del Cetara y los federativos Rafa Hidalgo y Manuel Rodríguez.
Pedro Benítez comenzó su alocución mandando unas palabras de recuerdo para el anterior delegado "ya son nuestras segundas navidades sin Ernesto", para a continuación mostrar su satisfacción por el buen año vivido por el colectivo cordobés, con numerosos ascensos y un número cada vez más amplio de colegiados, de modo que hechos como los protagonizados por el presidente del Calahorra no empañan esta celebración. Rafa Hidalgo incidió en la presencia del colectivo arbitral de fútbol sala, recordando que "todos somos una sola Federación", por último, Felipe Santos se mostró encantado de estar una vez en Córdoba y animó a todos los árbitros presentes a trabajar para "conseguir recoger los resultados".