El CD Figueroa volverá a jugarse la vida una jornada más

Con el Córdoba y el Séneca pensando ya en la temporada que viene, cada uno en su categoría correspondiente, sólo nos queda la Liga Nacional. Esta jornada únicamente jugará uno de los nuestros, el que se está jugando la vida jornada tras jornada: el Figueroa; el Córdoba, que lleva tiempo sin jugarse nada más que el orgullo de acabar lo más alto posible, tendrá que descansar. Ahora, aprovechando que la actualidad lo permite, sería conveniente hacer un pequeño repaso de cómo está el panorama en Liga Nacional, por si hay algún interesado que no sepa de qué va la película.

A falta de cuatro jornadas para terminar la temporada, tenemos las siguientes posiciones claras: el Sevilla ganará de calle y el Betis quedará segundo salvo descalabro de última hora; Córdoba y Cádiz lucharán por ser el tercer filial del grupo 14, mientras que Goyu-Ryu, Tomares y, quizás, Dos Hermanas, se repartirán las dos plazas de ascenso. Por la zona baja, ya están descendidos Xerez y La Orden, con Chiclana a punto de recibir el golpe de gracia. Con el descarte del Atlético Sanluqueño, que se mueve por tierra de nadie, y el Betis de Hadu, nos quedan los siguientes implicados en la batalla por del descenso: Figueroa (33), Coria (36), Torreblanca (36), Recreativo de Huelva (37) y Punta del Caimán (39); entre estos candidatos, uno descenderá a final de temporada.

Esta jornada, el Figueroa recibirá la visita del Punta del Caimán el domingo a las 18:00, un rival directo al que deberá ganar por lo civil o por lo criminal. De no ganar y de no darse los mejores resultados en el resto de partidos, el Figueroa quedaría en una situación crítica y, por si fuera poco, contribuiría a que el Punta del Caimán sellase su salvación matemática. Los partidos de los demás  rivales serán los siguientes: Betis – Coria, Torreblanca – Betis de Hadu y Recreativo de Huelva – Balón de Cádiz; por lo que huelga decir que esta jornada los cordobeses serán también un poco más béticos y un poco más cadistas de lo normal. La ocasión lo merece.