2-0. El Figueroa se impone al Córdoba en el derbi provincial

Con lo justo bastó, no hizo falta mucho más. Al margen de lo que pueda ocurrir durante toda la semana en los entrenamientos, a lo largo del partido se pudo comprobar qué equipo preparó a conciencia este derbi cordobés. La respuesta, obviamente, va vestida de rojo. Los de Leonardo jugaron un partido sin muchos excesos, los suficientes, pero lo que hacían lo hacían bien y con mucho sentido. Me explico.

Ante este Córdoba, un Córdoba que, a pesar de tener el balón casi en todo momento, es incapaz de darle profundidad a su fútbol, lo mejor es jugar con las líneas bien juntitas, como lo hizo el Figueroa. Los locales plantearon el partido “a lo Simeone”, es decir, trabajo, sacrificio, ayudas y velocidad arriba; además, el balón parado, algo fundamental e imprescindible. El partido comenzó tal y como terminó: balón blanquiverde pero sin poder hacer daño a un equipo bien plantado. En total, solo hubo cuatro disparos a puerta, dos por cada lado; la diferencia fue la efectividad. El primero fue del equipo visitante, con un disparo acrobático de Borja dentro del área que le salió flojito y terminó en las manos de Pablo. Eso fue hacia el minuto 20: antes de eso, nada; después de eso, más de lo mismo.

Fue hacia el minuto 32 cuando el partido comenzaría a decantarse a favor de los locales. El gol llegó tras una falta botada desde casi el centro del campo y el posterior testarazo impecable de Álex al palo contrario. Se veía venir, puesto que el Figueroa colgaba al área toda falta pitada a favor. Sabían que el balón parado era uno de sus fuertes y decidió explotarlo hasta la saciedad. El resultado es indiscutible. El descanso llegó con 1-0 en el marcador y, tras la reanudación, el guion no cambió.

Hablando claro, este Córdoba tiene serios problemas para generar ocasiones de peligro. Es cierto que el 9 del equipo está en Las Rozas con la selección, pero no es normal que solo se chutara dos veces a puerta teniendo tanto tiempo el control del balón, que no del partido, porque en todo momento el partido se jugó tal y como quiso el Figueroa. Y, para colmo, los disparos no fueron ni peligrosos: el primero fue el ya comentado; en cuanto al segundo, Antonio intentó hacer la guerra por su cuenta y, tras un buen eslalon, buscó la base del poste. Paró bien Pablo.

A pesar de no llegar con claridad, los blanquiverdes no dejaron de intentar nivelar el marcador. Todos se iban para arriba, incluido el portero; fruto de eso llegó la sentencia. Vela, bastante adelantado durante casi toda la segunda mitad, quedó retratado por Ángel. El mediocentro local robó un balón en su campo y, tal y como le quedó, se sacó un zapatazo que decidió alojarse en la red rival con estilo, por toda la escuadra. Vela solo pudo mirar. Imparable.

Con la victoria de hoy, el Figueroa sigue escalando posiciones en la tabla y es ya duodécimo con 23 puntos. En cuanto al Córdoba, sigue sin despejar dudas y la distancia con el primer clasificado, el Sevilla, se amplía hasta los 10 puntos.  

Figueroa 2 – 0 Córdoba

Figueroa: Pablo; Bello, Lili, Juan Carlos, Pablo; Gamino, Juan, Ángel, Ruz; Álex y Luis.

Córdoba: Vela; Manolo, José Antonio, Jarque, Márquez; Luna, Crespo, Unquiles; Antonio, Alcudia y Borja.

Goles: 1-0 (39’) Álex. 2-0 (68’) Ángel

Árbitro: Marcos Aguilera Morales. Amonestó a Juan Carlos por parte de los locales