La importancia de la portería a cero para salir de la quema

La casa se pone por los cimientos. Curro Torres tiene claro que el Córdoba debe cerrar la sangría defensiva. El de Ahlen trabaja en mejorar estos aspectos para que se vea a un equipo más sólido atrás, como se pudo comprobar ante un Zaragoza muy flojo en aspectos ofensivos. Carlos Abad selló su portería en La Romareda, un hecho que se ha producido muy poco en lo que va de temporada.

Tras 17 compromisos ligueros, los blanquiverdes sólo han dejado la portería a cero en cinco ocasiones. La primera vez, en el segundo duelo bajo palos del meta tinerfeño, fue contra el Alcorcón en El Arcángel (0-0). Lo repitió tres días después en la Copa del Rey tras derrotar en el estadio ribereño al Nàstic (2-0). Sin embargo, el tiempo pasó y el grifo no se cerró hasta la octava jornada cuando los cordobesistas derrotaron en casa al Almería (1-0). Las otras dos ocasiones fueron ya lejos de Córdoba, la primera en El Molinón ante el Sporting en la jornada 11 del calendario y la última, la de este pasado domingo en La Romareda ante el Zaragoza (0-0).

De estos cinco compromisos con portería a cero, el CCF, que ha encajado 33 goles en 17 citas ligueras –es la peor defensa de la categoría-, sólo ganó dos envites, lo que evidencia también los problemas ofensivos de un conjunto cordobesista que sigue sin dar con la tecla perfecta.

De momento, Curro Torres, a pesar de los problemas en repetir una alineación desde su llegada –no se ha hecho en toda la temporada-, empieza a trabajar aspectos defensivos para la mejora de un CCF que debe salir de los puestos de descenso –los que ha ocupado en 16 de las 17 jornadas- con una gran mejora defensiva, que haga paliar los pésimos números que arrastra el equipo en lo va de competición.