Carlos Abad y una parada clave para la fiesta final cordobesista

Uno de los grandes protagonistas del encuentro de este pasado sábado entre el Córdoba y Las Palmas fue Carlos Abad. El cancerbero cordobesista cambió el partido con una enorme parada a Araujo. De hecho, tras esta excelente intervención del tinerfeño, llegó el tercer tanto blanquiverde, que dejó encarrilado el choque. No obstante, aún hubo tiempo para que Piovaccari pusiese el cuarto y completase la fiesta.

Tras el pitido final de Iglesias Villanueva, Marcos Lavín saltó del banquillo para irse directamente hacia Carlos Abad, con el que se abrazó sin dudarlo. El madrileño sabía que esa parada del tinerfeño cambió el encuentro. El insular comentó al término del pleito que “cuando ha acabado el partido, sí lo pensado, pero durante el partido, no. Fue todo muy rápido, pero cuando he visto que habíamos marcado lo he disfrutado muchísimo”. Así lo vio el protagonista, ya que del 2-2 se pasó al 3-1 en un abrir y cerrar de ojos.

Lógicamente, esto supuso que fuese “una triple satisfacción, por mí, por el equipo y el club, y sobre todo por la afición, ya que se merecía algo así”. De hecho, Abad reconoció que “la verdad que me lo había planteado de otra manera, pero salió mejor de lo esperado”. “Me alegro mucho por la gente, que llevaba mucho tiempo sufriendo y sobre todo que lo disfrute como una fiesta que debe ser”, apuntó el portero cordobesista.

Tras conseguir la victoria ante Las Palmas y colocarse a dos puntos de la permanencia, Abad indicó que “nuestro objetivo, más que recortar puntos, era irnos con buenas sensaciones y con una victoria a las vacaciones, para así volver con más ganas todavía”. También afirmó que “el equipo ya venía de unos partidos que ya que habíamos mejorado en defensa y en el tema del juego, como el míster quiere que juguemos, sólo faltaban los goles y hoy han venido todos de golpe”.