La infalible receta del éxito del Salerm Cosmetics Puente Genil
31 de mayo de 2017 | División Honor | Pablo Mansilla
El equipo de fútbol de la Campiña Sur ha vuelto a Tercera División un cuarto de siglo después y culmina así su tercer ascenso consecutivo. El club vive un momento de constante crecimiento
El fútbol cordobés está de enhorabuena. La provincia quiere recuperar un lugar que ha ido perdiendo a nivel nacional y ahí, la próxima temporada, aparece de repente el Salerm Cosmetics Puente Genil. Un club que tras un cuarto de siglo de estancia en el fútbol provincial y de altibajos en cuanto a su estructura deportiva se refiere, ha encontrado el camino, la mejor estabilidad, y el apoyo incuestionable de una masa social que gracias al gran trabajo de los últimos años ha conseguido que el primer equipo vuelva a la Tercera División después de 25 años. Ha llovido desde aquel día de mediados de junio del 1992, en el que José Carlos pasó a la historia al igual que la intensísima lluvia que cayó sobre el campo de fútbol municipal “Jesús Nazareno” por marcar un gol ante el Cortegana en el tiempo de descuento que le dio el ascenso a Tercera División al Puente Genil. Un partido que muchos aún tienen guardado en su memoria, además de por la alegría final, por el barrizal en el que se convirtió el albero de la instalación municipal.
El deporte vive su mejor momento en Puente Genil, y el salto de categoría del equipo senior de fútbol a la Tercera División lo justifica porque antes de este último ascenso vinieron dos seguidos. Porque en tres temporadas, el Salerm Cosmetics Puente Genil ha pasado de jugar en Segunda Andaluza a hacerlo a partir del próximo curso en Tercera División tras pasar por Primera Andaluza y División de Honor Andaluza. Tres ascensos seguidos en tres años. Algo al alcance muy pocos y una hazaña que sin duda los amantes del deporte en la localidad de la Campiña Sur y de la comarca del centro de Andalucía guardarán en su memoria.
Para llevar al fútbol pontanés a Tercera División, muchas claves deportivas, sociales y personales han intervenido y han sido importantes para conseguirlo. En primer lugar, los jugadores. El Salerm Cosmetics Puente Genil de la 2016-2017 reflejaba una apuesta por el bloque que en años anteriores habían instalado al equipo en cotas altas. Con gente de la casa, con jugadores locales como Luiso, Enma, Pepe Rey, Manu Tenllado, Sandro, José Carlos, Jesús Ángel, Juanjo Pino, Edu Chía, César, Manolo Cano, Raúl Santaella, entre otros, formando parte de una plantilla en la que años atrás estaban hombres como Juanan, Nino, Álvaro Ruiz, Nono, o Antoñete. Han sido muchos nombres los que han pasado por el Puente Genil, sean de la localidad o no. Porque en los últimos años el club ha mirado hacia otras localidades cercanas de la comarca para reforzarse y ser más competitivo. César, uno de los veteranos, decía el domingo entre sonrisas y exaltación que “era el momento del fútbol en Puente Genil desde hace tres años y que había que aprovecharlo por la comunión que hemos conjugado”. Por ello, la zona de la Sierra Sur de Sevilla, el interior de Málaga, y localidades cordobesas de la Campiña Sur se han visto representadas con los colores rojo y negro del Puente Genil.
Otro pilar fundamental para la consecución del ascenso a Tercera ha sido el entrenador. Juanmi Puentenueva, natural de Pozoblanco y con una amplia experiencia en los banquillos a pesar de su juventud – tiene 39 años y cumplirá 40 este verano – llegó al Manuel Polinario “Poli” como principal apuesta del presidente entrante, Francisco Cabeza. Era verano de 2015 y el primer equipo acababa de lograr el ansiado ascenso a Primera Andaluza de la mano del montillano Pepe García en el banquillo y en el último año de Miguel Ángel Arroyo como máximo mandatario de la entidad. La elección del nuevo presidente y una comprometida decisión estaban a la orden del día. Y se optó por iniciar una nueva etapa con Puentenueva, quien tenía ante sí un reto muy importante. El de imponer un sello propio en el Puente Genil, el de hacer del proyecto algo personal e inyectarle a cada uno de sus futbolistas un gen competitivo casi sin precedentes en la historia reciente de la disciplina pontanesa.
Desde el banquillo, Juanmi Puentenueva acumula una trayectoria impecable. En dos años ha devuelto al Puente Genil a Tercera División y ha formado un vestuario unido, sólido, y que en el campo se comporta como un auténtico bloque en el que todos los jugadores suman tengan los minutos que tengan y en el que los que tienen la responsabilidad de marcar la diferencia responden a lo que exige el cuerpo técnico. Mérito compartido, por tanto, de los dos grupos protagonistas dentro de un terreno de juego. Juanmi Puentenueva y Francis Cabeza coincidían en que el Puente Genil ha llegado a Tercera División “porque cuando los jugadores tenían que soñar con hacer algo grande, han sabido esperar y hacerlo en el momento oportuno”.
Además, no hay equipo sin afición ni categorías base. Y en la actualidad ambas no tienen techo. El Manuel Polinario “Poli” ha registrado esta campaña las mejores entradas de público de su reciente historia hasta el punto de que el Ayuntamiento de Puente Genil se ha visto obligado a configurar un proyecto de remodelación del recinto deportivo para ampliar las gradas, reformar los vestuarios, y sustituir el césped para la temporada que viene. La conocida como “Marea Roja” lleva años dando que hablar por saber estar, por llevar en volandas a su equipo, y por dar ejemplo allá donde va para ganarse el piropo de ser una afición de Primera. Porque si hay programas deportivos que a veces, desgraciadamente, arrancan con episodios lamentables de violencia, la afición del Salerm Cosmetics Puente Genil es la que merece titulares, páginas de periódicos, y entrevistas tanto en radio como televisión por su comportamiento en la grada, por sus detalles, y por pertenecer a un club de padres y madres que forman un grupo excepcional y único para lo que merece el deporte base hoy día.
El fútbol cordobés, y en concreto el pontanés, vive en una burbuja. En su burbuja. Pero seguirá haciendo su camino con las mismas bases que han llevado al club a dar que hablar por su buen hacer, por las personas que han pasado y pasan por ser responsables de lo que ocurre a diario, y porque es el momento de honrar a un Puente Genil que vuelve, en el fútbol, a la categoría que merece como mínimo.