Un descenso muy cruel para el Adesal (21-21)

El Adesal tuvo la salvación en una penetración de Lucía Vacas a tres segundos del final, pero el destino no le tenía preparada una porción de gloria. Todo lo contrario. El balón propulsado por la fuensantina se fue a la madera y el partido ante el San José Obrero acabó en un empate con tintes dramáticos para ambos conjuntos, que firmaron su sentencia de descenso a la División de Honor Plata. Mientras, el Morvedre, que cumplió con su deber de ganar, celebraba en Santander la permanencia.

De esta forma terminó una temporada en la que el Adesal se fue regenerando a sí mismo, curándose de un arranque que se parecía un peaje especial para novatas en la mayor parte de los casos en la máxima categoría. En sí, el partido fue un reflejo de lo vivido durante el curso con el amargo desenlace.

De salida, ambos equipos salieron a pista con la intención de imponer su juego. En el Adesal no fue de la partida Agus López, quien tenía que protegerse de sus problemas en la espalda, y Rafael Moreno planteó una defensa 3-2-1 con el fin de sorprender a las conejeras.

Sin embargo, el paso de los minutos fue penalizando a las fuensantinas. La defensa que funcionaba era la local hasta el punto de que el Adesal se tuvo que alimentar de lanzamientos de siete metros y de las paradas de Alba González. Un argumento tan débil que propició una primera escapada local 5-2.

Con una descomunal Pessoa y Ana Marín disfrazada de nuevo de bestia negra, el San José Obrero retomó la distancia de hasta tres goles camino del descanso, aprovechando que el Adesal estaba impreciso. El conjunto de Rafael Moreno tenía mucho que mejorar para afrontar la segunda parte. Sin embargo, el problema se agrandó hasta verse con seis goles en contra.

A falta de 15 minutos, todo hacía presagiar una fiesta local y la salvación. Pero entonces emergió  la raza de un grupo de jugadoras indómito. Dos goles de Andrea Roda, una feroz defensa 5-1 y los propios miedos de las jugadoras locales cambiaron el guión al que parecía destinado el final.

Llegaron los goles de Agus López, las recuperaciones de Bonazzola, los contragolpes de Gleinys Reyes. A falta de cinco minutos, el marcador rezaba un incierto empate a 20. El Adesal entraba de lleno en la pelea por la permanencia, pero el Morvedre también. El conjunto de La Fuensanta perseveró hasta ponerse por delante 20-21. Guerisoli, perfecta en los siete metros, hizo un gol que podía tener una ventana en la historia del deporte cordobés. Sin embargo, el Lanzarote en su último ataque puso las tablas.

25 segundos, un balón. Un caprichoso balón que se fue a la madera cuando Lucía Vacas hizo su jugada de siempre. Ésa que tantas alegrías había dado al Adesal. Tal vez, habría sido lo justo. El problema es que la competición sólo se entiende de resultados. Y el Adesal se quedó sin el punto que le hubiera salvado. Cruel. Un descenso muy cruel.

San José Obrero 21-21 Adesal
21 - San José Obrero: Ana Marín, Nabila (1), Saenz (4), Trujillo (1), Celia López, Pessoa (11) y Alicia Torres (3) – equipo inicial -, Cabrera (1), De Miguel, De León, Orowicz, Romero, Curbelo, Dos Santos y Páez.
21 - Adesal: González, Bonazzola (1), Roda (4), Ruiz (2), Vacas (5), Guerisoli (5) y Isic (1) -siete inicial-, López (4), Chelaru, Álvarez, Valero, Reyes (4) y García.
Árbitros: Escoda y Álvarez. Excluyeron a Nabila (2) y Saenz, por las locales; y a Isic, Bonazzola y Roda, por las visitantes.
Parciales: 2-2, 4-2, 6-5, 6-6, 9-7, 11-8, (descanso), 12-9, 15-10, 16-11, 19-13, 20-20 y 21-21.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada, en el Grupo de descenso de División de Honor Femenina disputado en el Municipal de Titerroy, en Lanzarote.