A escasas horas del partido entre Infantes y Lucena, aún no se sabe si se jugará. Como ocurriera en la fecha inicialmente fijada del 12 de marzo, los lucentinos no disponen de coches para desplazarse a Villanueva de los Infantes, ya que su técnico Pepe Pineda tiene el vehículo particular averiado. De las gestiones que realicen en las próximas horas la directiva azulina para buscar una furgoneta dependerá que el técnico lucentino y sus seis valientes que siguen defendiendo el pabellón aracelitano, efectúen los 251 kilómetros que separan a ambas localidades, y se pueda disputar un partido de vital importancia, sobre todo para los manchegos, que en caso de sumar los tres puntos quedarían a un paso de certificar su permanencia matemática.
Este hecho hace que el Calderería Manzano esté muy pendiente de este encuentro, ya que si como decimos gana el Infantes, la lucha por el puesto de permanencia libre quedaría prácticamente entre Gádor y los bujalanceños.