Arellano: “No alcanzamos el sobresaliente, pero sí el notable”

El Pabellón Mar del Plata de Sevilla estará, sin duda, por mucho tiempo en la memoria de Antonio Arellano. El ya extécnico del ITEA Automatismos CD puso punto y final a 17 años consecutivos en los banquillos. Si bien hoy día nada es definitivo, nuevos proyectos profesionales ocuparán el tiempo y mente de uno de los preparadores más laureados del fútbol sala cordobés. El trabajo a lo largo de las dos últimas campañas al frente del cuadro granate, encomiable.

Muy lejos parece ya quedar aquel 1999, año de su debut al frente del conjunto de la Universidad de Córdoba. Bujalance, Montoro, Puente Genil, Luque… Brillante carrera endulzada con varios ascensos, tanto a 2ªB como a 2ª. Y si no que pregunten en el Alto Guadalquivir, ya que con los bujalanceños logró el salto -y posterior permanencia- a la segunda categoría nacional. Élite o base. No importa para un entrenador que también conoce de primera mano lo que es transmitir conocimiento a futuras generaciones.

A la hora de analizar la temporada que concluyó el pasado fin de semana, Arellano indicó que el año deportivo “ha sido positivo. Cuando arrancamos en verano había dos claros objetivos. El primero, consolidar el proyecto deportivo y social, el cual se ha logrado con creces. Se ha vuelto a hablar de fútbol sala en la capital. Hemos tenido varias entradas en Vista Alegre muy buenas, cercanas al millar de espectadores. Así ocurrió, por ejemplo, ante UA Ceutí o Atco. Mengíbar FS. Además, la repercusión mediática ha sido enorme, tanto a nivel de prensa como de redes sociales. Es para estar más que satisfechos. El segundo, el que atañe a lo meramente deportivo, también ha sido muy bueno. Nos marcamos, debido a nuestro carácter competitivo y exigente, unas cotas muy altas, muy ambiciosas. El estar entre los tres primeros estuvo cerca. Hasta la última jornada pudimos lograrlo, pero no fue posible. No alcanzamos el sobresaliente, pero sí el notable”.

Para Arellano, “llegó el día de ser honesto, sobre todo con un excelente equipo de trabajo, el mejor que he visto desde que aterricé en el fútbol sala. Este proyecto necesita un entrenador que le dedique el tiempo necesario. Profesionalmente me es imposible. Tengo la suerte de tener mi propia empresa de gestión deportiva, amén de dirigir todo lo relacionado con el deporte en el CD Alminar Esclavas. Desde la distancia estaré apoyando. El club y la ciudad se merecen todos los éxitos posibles”.