El Lucena se presenta mañana en el Ramón de Carranza sin nada que perder. En un estadio donde nunca ganó al primer equipo de la ciudad, y ante un rival que multiplica en varias veces el presupuesto de los celestes, lo más normal, más allá de lo imprevisible que es el fútbol, la derrota es esperable. Sin embargo, las siete semanas que se acumulan sin cantar victoria, hacen que el Lucena llegue con necesidad al coliseo cadista. Más se acrecientan estas sensaciones cuando se recuerda que los lucentinos son el peor visitante del grupo sin haber ganado a domicilio todavía.
Pese a todo lo que más le preocupa a Arsenal no es nada de lo citado anteriormente. Lo que más le ocupa su pensamiento son las bajas que tendrá que contrarrestar. Al autobús que saldrá de madrugada para Cádiz, se volverá a subir Pato, un canterano que ya se ha hecho un hueco en el primer equipo. No lo harán Santacruz, Chirri y Villanueva. Pero éstos tres no serán las únicas bajas que tendrá el técnico manchego. Poley y Sarmiento viajarán pero serán duda hasta última hora. Los problemas musculares afectan a ambos. De su recuperación dependerá el once que salte a Carranza. Si Sarmiento está apto, jugará de central junto a Domingo, si no lo está, Albiol será el improvisado central diestro. El centro del campo también sufrirá variaciones.
En el Cádiz, la semana ha llegado cargada de novedades. En la previa al partido copero ante el Villarreal y después de caer derrotado la pasada jornada en La Línea, Claudio Barragán ha sido el relevo del cesado Calderón. El ex técnico de la Ponferradina, que se cruzó en el camino celeste, también tendrá que hacer frente a bajas. Josete y Óscar Rubio están sancionados pero pueden ser más. Tomás, Fran Machado y Migue García son dudas, aunque por contra recupera a Juan Villar y contará con un plantel en el que la motivación sobrará al volver a empezar todos los futbolistas desde cero.
El colegiado del partido, será el andaluz Santos Pargaña, con él, el Lucena venció en dos ocasiones, empató en dos y perdió en una.
