Razak, el rey de la portería del filial

14 de mayo de 2014 | 1ª RFEF | FRAN HABAS

El ganés, indiscutible en la meta del Córdoba B desde su llegada en la jornada 19. Sillero y Fernando Molero completan la terna

La portería del Córdoba B de la 2013/14 ha tenido un nombre propio por encima de todos: Razak Brimah. El ganés, con sus 1800 minutos de competición, ha sido una de las piezas claves en la salvación del filial. Su llegada en el mercado invernal desbancó de la titularidad a Antonio Sillero, segundo en discordia en cuanto a minutos jugados. El tercer guardameta en cuanto a participación, Fernando Molero. El de Fernán Núñez marchó en enero a Sanlúcar de Barrameda en busca de nuevas oportunidades.

 

Razak, apuesta personal de Pedro Cordero, se alzó con la titularidad en la jornada 19. Debutó en Arroyo de la Luz, localidad donde el filial se impuso por 0-2. Toda una vuelta completa como indiscutible, en la cual encajó 21 goles. Excelente trayectoria, sobre todo si tenemos en cuenta que ocho de esos tantos se produjeron en dos salidas: Cartagonova y Ramón de Carranza. La solidez defensiva, de menos a más conforme avanzaba el campeonato, ayudó a que el africano acabará en seis partidos imbatido.

 

Antonio Sillero, por su parte, fue el guardameta del debut en 2ªB. El canterano se ganó la confianza de Pepe Puche, si bien ésta duró cinco jornadas. A la sexta, Molero fue titular. La llegada de José Antonio Romero al banquillo -novena jornada- catapultó, nuevamente, a Sillero a la titularidad, la cual ya no abandonó hasta el fichaje de Razak por el plantel califal. Desde entonces, el meta cordobés no ha disputado ni un solo minuto de competición oficial. En sus 16 partidos con el filial encajó 23 goles. Su última comparecencia, el Córdoba B-Albacete Balompié (1-0).

 

El arquero menos utilizado de los tres fue Fernando Molero, quien encajó seis tantos. Su debut en la sexta jornada ante el Granada B en el Nuevo Arcángel tuvo sabor amargo pues uvo que abandonar el terreno de juego por lesión cuando apenas se llevaban ocho minutos de juego. Aun así, la lesión en su mano no revistió gravedad, por lo que al siguiente fin de semana estuvo en el once que saltó al césped de la Ciudad Deportiva del Sevilla FC. Sus últimos minutos como blanquiverde en liga también coincidieron con los de Pepe Puche como entrenador del filial. Ese Córdoba B-Cartagena FC de la jornada 8 -primer duelo que albergó el Municipal de El Carpio- marcó un antes y un después en la trayectoria del segundo equipo ribereño.