!Qué no estamos tan mal!

La famosa frase que soltó Joan Laporta, ex presidente del FC Barcelona, quizás se le pueda aplicar al Lucena por muy chocante que resulte. !Al loro! !Que no estamos tan mal! expetó el dirigente catalán. Después de la derrota del domingo ante el Córdoba B, los motivos para creer en la permanencia celeste en la categoría fueron menguando. Pero fríamente, aunque la situación es complicada, se puede llegar a ver que no es irreversible y que hay una vía para la salvación.

El Lucena ya fue capaz de salir una situación similar en la temporada en la que más cerca estuvo de perder la categoría. Todo el mundo firmaría el mismo final para un guión que comienza a calcarse. Por aquel entonces, temporada 08/09, los lucentinos se salvaron en la última jornada con un agónico empate en Cuenca y gracias al gol average. Y el guión, se empieza a parecer, porque en aquella temporada también hubo un momento en el que se vio todo perdido. También fue después de un tropiezo en casa.

Corría la jornada 33 cuando el Lucena recibía en casa a la Balona. Los cordobeses se enfrentaban en su feudo al colista del grupo y los tres puntos eran vitales para no descolgarse de la pelea. El empate no valía y pero menos utilidad tenía la derrota que se cosechó. Pese que el Lucena se adelantó con gol de Sarmiento, los albinegros fueron capaces de darle la vuelta al marcador imponiéndose en el descuento merced a un gol de Copi.

Después de tal tropiezo, los lucentinos se quedaban en antepenúltima posición con 32 puntos. Había tres puntos de diferencia con la salvación y una jornada menos que en la actualidad, teniendo 3 puntos menos. Además, también jugaba en contra de los lucentinos que el resto de los conjuntos implicados  en la pelea por evitar el descenso, estaban a siete puntos de distancia.

Así pues, pese a que el Lucena ahora es penúltimo,  sabe que puede adelantar hasta a siete equipos con una simple victoria. A dos puntos de la salvación directa y de la promoción y con seis partidos por jugarse, se está en peligro de descenso, pero ni mucho menos  se está sentenciado.