Por su afición y por ellos mismos, los futbolistas del Lucena deben y se deben una alegría. Futuro económico incierto, colistas, ocho semanas sin vencer, un entrenador despedido muy valorado en el grupo... olvidarse de todo y correr es lo único que le queda a un plantel unido pese a todo. Centrarse en el balón, en el partido, recuperar sensaciones.... evadirse de todo durante noventa minutos y concentrarse en una meta que es conseguir los tres puntos en juego. Es lo mejor que pueden hacer por su propia salud mental. Preocuparse de más queda para el resto de la semana y para un futuro que se tiñe de negro para el club lucentino. La opción de encontrar un claro en un cielo muy nublado.
En el debut de la dupla Sefi-Goyo Fonseca se verán la caras dos rivales que están muy acostumbrados a hacerlo. Betis B y Lucena han compartido categoría casi durante dos décadas de manera interrumpida. Los antecedentes dejan a los celestes tranquilos o al menos con talante optimista. Los verdiblancos tan sólo vencieron en dos ocasiones visitando la Subbética. Por contra, salieron derrotados en siete oportunidades y empataron en tres. Pero también existen números inquietantes y es que el filial verdiblanco es el equipo como visitante que más puntos ha conseguido del grupo IV. Los números, al igual que las preocupaciones tampoco saltarán al verde.
Si que pisarán de inicio el césped del Ciudad de Lucena futbolistas que hasta ahora han sido secundarios en ambos planteles. Las bajas azotan a ambos conjuntos. En los locales Domingo está sancionado, Chirri lesionado y varios jugadores tienen problemas que no les impedirán jugar pero que les hará no estar en plenitud de condiciones. En el filial verdiblanco, Caro no viaja por hacerlo con el primer equipo y hay tres sancionados. Montoya, Isaac y José Carlos fueron expulsados la semana pasada por lo que no podrán jugar. Sefi, debutante en el banquillo celeste y Paco Morillas, heredero de Juan Merino, hoy en el primer equipo, tendrán que innovar unos onces de garantías.
