Al igual que pasaba con el Sevilla Atlético la pasada semana, el rival del domingo es un viejo conocido para el Lucena. En veinte ocasiones se han enfrentado los lucentinos y los leperos, habiéndose repartido las victorias prácticamente de manera equitativa, ya que cada equipo ha vedado a su propio feudo para el rival. Para el Lucena, Lepe ha sido un terreno históricamente vedado.
Desde el inicio de la década de los 90 el Lucena ha visitado Lepe. La mayoría de las veces se han vuelto de vacío los lucentinos. Diez partidos han disputado ejerciendo de visitantes de los aurinegros en ocho ocasiones, los anfitriones mandaron para casa a los invitados sin ningún punto. Tan sólo una vez les permitieron llevarse un punto como botín y en otra los tres puntos viajaron con la expedición celeste hasta Lucena. El empate data de la temporada 97/98 y fue una igualada sin goles. Y la victoria llegó una temporada más tarde gracias a un 1-2.
En Segunda B, los cuatro partidos que ya se han disputado han tenido el mismo desenlace. 1-0 terminaron venciendo los onubenses por lo que el Lucena no sabe ni lo que es celebrar un gol en Lepe desde que milita en Segunda B. Algo no demasiado sorpresivo, puesto que en las diez visitas los cordobeses sólo han antado cinco goles.
El árbitro para la cita en la que el Lucena intentará romper dicho malificio, será Moya Baena, colegiado jienense de 30 años que dirigió la pasada campaña el partido que se jugó en el Ramón de Carranza y que terminó con derrota por 2-0 para los lucentinos.
