La desaparición de los equipos sigue aumentando año a año

El Lucena no es el único club que tiene denuncias de sus ex futbolistas. El mes de junio pasa volando para muchos clubes que ven como se escapan los días buscando una solución que a veces no llega y que termina con descensos administrativos por esta causa o por otros problemas económicos. Esto es un hecho que afecta a todas las categorías.  Sin ir más lejos, el Elche que logró la salvación deportiva en Primera División terminó descendiendo por sus problemas con Hacienda. La pasada temporada le pasó al Murcia y hay un sinfín de ejemplos.

En el caso del grupo IV, donde militaba el Lucena, también arroja otros equipos con problemas económicos. Quizás el Cartagena es el mayor exponente actualmente. El cuadro departamental, pese a salvarse en la promoción de permanencia, podría incluso terminar desapareciendo, ya que ante las deudas que arrastra la entidad, sus socios podrían optar por disolverla siguiendo el camino marcado hace unas semanas por los compromisarios del Puertollano.

Sin embargo, el fin de club no supone el fin del fútbol para la ciudad representativa. Prueba de ello es Linares, donde su conjunto titular ha ascendido a Segunda B después de comenzar en la categoría más baja al fundarse un nuevo club. San Fernando, Palencia, Jerez de la Frontera... multitud son los ejemplos que atestiguan que a veces un paso atrás, supone uno de gigante si la masa social permanence al lado del nuevo club y demuestra que la ciudad quiere fútbol.