El tiempo se agota

Semana clave para el futuro del Lucena. Muy a pesar de todos los que rodean el club, la intriga estará presente hasta final de mes. Hasta final del plazo para ser o no ser. No es la primera vez que el futuro de la entidad pende de un hilo y que sus problemas no se solventan hasta el último minuto. Precisamente, la Junta Gestora, no logró desbloquear la situación cuando accedió a la gestión del club hasta el último día de plazo.

La premura afecta ya a todos los pasos que debe dar el club lucentino. En primer lugar, debe lograr que los ocho acreeedores retiren los embargos que traban la economía celeste. Ésto puede darse porque la entidad deportiva pague o porque llegue a un acuerdo con los acreeedores. Ahí no entran las denuncias de los futbolistas. Para que se levanten los embargos, se necesitan días, justo lo que al Lucena le falta. Lo más normal es que la Seguridad Social, es el que más preocupa, acepte la propuesta planteada por el club para el pago fraccionado de la deuda y el resto de embargantes cobrarán en su totalidad o parte de la deuda cuando se liberen las subveciones.

Pero hay otra cosa que requiere tiempo. Y es que el Ayuntamiento y la Diputación no dispondrán del dinero inmediatamente para el pago de las cantidades comprometidas al club. Una vez que se certifique que el club ya no tiene deudas que le embarguen,  se iniciará el proceso de pago, y ésto también requiere tiempo.

El pago a los jugadores,  no podrá darse hasta que todo lo anterior se suceda, salvo que alguien esté dispuesto a adelantar el dinero para solventar las denuncias. Así, la fecha tope es el 30,  el martes de la próxima semana y al Lucena le quedan dos opciones, o se hace todo lo señalado anteriormente o alguien adelanta el dinero para salvar el club.