El `dialogante` Peña Varela arbitrará el Granada B- Lucena

7 de mayo de 2014 | 1ª RFEF | Javier Morales

Juan Peña Varela, del colegio sevillano, será el encargado de dirigir el Granada B - Lucena del próximo domingo. El horario unificado tanto en Primera como en Segunda B, provocará que el choque se tenga que disputar en el complejo deportivo Núñez Blanca de Armilla y no el Nuevo Los Cármenes. Al partido, el cuadro lucentino acudirá acompañado de aficionados ya que se está preparando una excursión.

Volviendo al colegiado del partido, se puede señalar, que el sevillano es debutante en la categoría. Al Granada B no le ha dirigido ningún partido pero al Lucena sí. Peña Varela arbitró el Lucena-Balona de la primera vuelta que acabó con un empate a dos goles. Los ocho partidos en los que ha impartido justicia en Segunda B, se han saldado con cuatro victorias locales, tres empates y un triunfo visitante. Tiene una media de tres cartulinas por partido repartidas prácticamente equitativamente entre locales y foráneos.

La fama de dialogante le viene de temporadas atrás. Los trencillas acostumbrados a recibir críticas no suelen recibir halagos por contra. Sin embargo, éste colegiado si que lo ha conseguido en varias ocasiones. Tanto es así que los jugadores del Ceuta después de un partido contra el Cádiz B escribieron una carta al árbitro para felicitarlo por su labor y destacaban que siempre se dirigió de una manera cortés y educada a los futbolistas de los que se sabía todos los nombres. Incluso Carlos Matallanas, tras un partido entre el Recreativo B y el Portuense declaraba lo siguiente sobre él "en Huelva tuvimos la suerte de ser dirigidos por un colegiado de los que muestran maneras de llegar lejos y que además estuvo educado a la vez que acertado. Impresionaba además, la facilidad con la que desde el inicio del encuentro había memorizado los nombres de pila de los 22 jugadores sobre el campo, y trataba con mano dura pero guante de seda a todos y cada uno de ellos. Cuando compartes terreno de juego con árbitros así, el futbolista prácticamente entiende cualquier error (siempre y cuando no sea muy grave) y entiende que la persona encargada de llevar el silbato está intentando por todos los medios ser justo. Con mayor o menor acierto. Sobre todo fuera de casa eso es una bendición".

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