No hay semana completamente tranquila en el Lucena. Las noticias institucionales no dejan de ser negativas y las aguas bajan cada vez más revueltas en en seno de la entidad. Sorprendente parece que después del cese de un entrenador, no se haya propuesto al menos un acuerdo al técnico saliente. En el club lucentino se ha dado esa situación. Juan Arsenal, se ha visto abocado a tener que presentar denuncia ante el Colegio de Entrenadores ya que se acababa el plazo que tenía para hacerlo y reclamar sus derechos. Por lo tanto, pese a que en el club no se considera que ésto sea un problema, Sefi no podrá sentarse en el banquillo hasta que se solucione este problema.
Otro frente que tiene el Lucena es el pago de los recibos arbitrales. Han sido varios los que no se han satisfecho después del choque como es preceptivo. Ante ésto, alguna veces el equipo ha pagado con una transferencia bancaria días después. A día de hoy, todavía se adeuda el pago del recibo del partido del pasado domingo aunque la RFEF otorga un plazo de quince días para que se deposite la cantidad en la cuenta bancaria referenciada. En el caso de que los impagos se produzcan, el Lucena podría ver como pierde puntos de la clasificación e incluso ser expulsado de la competición.
Hasta con Cruz Roja ha llegado a haber problemas en la presente temporada. Y es que tampoco se les pagaba el dinero acordado. Ante dicha situación, la organización dedicidió plantarse el pasado domingo en el choque ante el Betis B y sólo la intervención de un miembro de la Junta Gestora evitó el abandono de las instalaciones por parte de sus efectivos. De hecho, su mediación fue clave ya que el partido corrió serio peligro de suspensión al no existir autorización del Coordinador de Seguridad para que el partido se celebrase sin presencia de la Cruz Roja en el recinto.
