De la ilusión a la incertidumbre

6 de julio de 2014 | 1ª RFEF | Javier Morales

Los años en el mundo del fútbol, también tienen doce meses. Sin embargo, se cuentan de junio a junio. Aprovechando que en la presente semana se inauguró el curso 14/15 nos pararemos a hacer un repaso de lo que fue la temporada 13-14.

Muchas bajas, consecuentemente muchas caras nuevas... el Lucena arrancaba de nuevo una temporada con un proyecto totalmente por descubrir. Después de un verano donde no se pudo renovar a hombres importantes en lo deportivo y en lo afectivo, el Lucena arrancaba después de una pretemporada no demasiado esclarecedora. Una cosa sí quedó clara, los celestes recibían demasiados goles. El punto fuerte de los equipos de Falete, se convertía en su punto débil, por lo que el trabajo era importante. Así los partidos oficiales empezaron a traer dudas. En las cuatro primeras jornadas, sólo se pudo sacar dos puntos. Además se caía eliminado en la Copa del Rey de manera contudente ante el Leganés.

La experiencia del año pasado cuando se comenzó muy mal la liga y se terminó en play offs, dio paciencia una afición que no explotó ante su equipo. Las primeras victorias llegaron de manera consecutiva a domicilio ante el San Fernando y en casa ante el Cádiz. Era el inicio de una de las mejores rachas del equipo en Segunda B, siete semanas sin ser derrotado y José Ramón consiguió el récord de imbatibilidad del club en la categoría. El que truncó la racha fue el Albacete venciendo por 2-0. Antes se había vencido a Guadalajara y empatado con La Hoya y se merodeaba la zona de play offs.

Desde entonces, se lograron dos victorias más y dos empates en casa que impidieron meter la cabeza entre los cuatro primeros. También tuvo buena culpa de ello las tres derrotas que se cosecharon más. En Melilla y en las dos últimas jornadas de la primera vuelta en Sanlúcar de Barrameda y ante el Granada B.

La segunda vuelta de la temporada se inició con una victoria en casa ante el Sevilla Atlético que cortaba de raíz la mala racha anterior. No tuvo continuidad ya que se perdió en Cartagena pero esa derrota dio paso a cinco victorias en seis partidos. Esos quince puntos catapultaron al equipo en la clasificación. Los celestes se volvían a postular como una alternativa real al play offs. Sin embargo, desde el 23 de febrero hasta el 27 de abril no se volvió a ganar.

El mes de marzo se antojaba clave para calibrar las  verdaderas aspiraciones de los lucentinos. El arranque del mes, no fue positivo. Se empató en casa ante El Palo y se encaraba el "Tourmalet" sin margen de error. En Guadalajara se mereció más pero sólo se sacó un postrero empate. También los méritos fueron importantes ante La Hoya Lorca y Albacete pero el premio menor. Con dos puntos de doce, los celestes decían adiós al play offs.

Quedaban siete partidos por delante y el objetivo de la Copa parecía factible y se marcaba como un reto clave para el futuro del club. No se consiguió. En ese último tramo liguero fue cuando la afición se divorció  del equipo. Se sumaron siete semanas sin conocer la victoria y aunque la racha se rompió con dos triunfos ante Balona y Sanluqueño, un nuevo borrón en Granada en la última jornada dejó a los lucentinos sin más premio que la salvación.

El fin de la temporada en el plano deportivo, no tuvo nada que ver con lo que ocurrió con lo institucional. La sorpresa saltaba cuando se insinuaba un cambio de gestores que terminó por producirse. Un grupo de inversores se hacía cargo del club en una noticia que sobresaltó a la afición. Sin darse a conocer, los nuevos mandatarios comenzaron a forjar una nueva plantilla que sin ilusionar demasiado, será la que tenga que escribir los nuevos capítulos de la historia del equipo celeste en Segunda B. Se los seguiremos contando en Minuto90.

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