Con la música a otra parte

Nadie pone en duda, el enriquecimiento cultural que aporta la música en nuestra sociedad al igual que el deporte a la vida cotidiana, hechos que no van ligados a la comprensión de que ambos espectáculos convivan en el mismo recinto con poco mas de 30 horas de diferencia entre cada uno.

El particular "desafío" del Fontanar, como catalogó hace unas semanas el técnico cordobesista al proceso de recuperación del mismo, ya se vió truncado debido al fuerte temporal que asotó la ciudad impidiendo el resultado esperado de la resiembra y esta jornada todo hace presagiar que no le vendrá nada bien el concierto de la famosa cantante a nivel nacional, Malú. Este concierto, previsto para el pasado día 27 de septiembre, ya levantó la polémica siendo cancelado un día antes por parte del Ayuntamiento de Córdoba, según alegaron oficialmente, por no reunir los requisitos necesarios de seguridad el lugar escogido para desarrollar el evento, la plaza de toros de la ciudad. Mas de 6.000 personas estaban citadas para aquel día, entrada en mano, con la popular cantante, por lo tanto ya nos podemos hacer una idea de la masa social que habitará la noche del próximo viernes sobre un maltrecho césped del Fontanar que, pese al insistente esfuerzo en adaptarlo a las condiciones mínimas que requiere la Federación, no termina de ofrecer el aspecto óptimo para la práctica del fútbol y lógicamente, la celebración del concierto, no ayudará a ello. Ante la inviabilidad de una segunda suspensión del concierto y encontrarse fuera del alcance del club solicitar otra ubicación para el mismo, a la entidad cordobesista solo se le presentan dos opciones en la mesa.

La primera, que hasta ahora impera como la elegida, que el conjunto entrenado por José Antonio Romero dispute su partido siguiendo su curso previsto, en las instalaciones del IMD el Fontanar, el próximo domingo a las 12:00 horas del mediodía. De esta forma el equipo se expondría a la práctica de fútbol en un, mas que posible, maltrecho terreno de juego privando la vistosidad del partido, el juego del equipo e incluso poniéndo en peligro la integridad física de algún jugador. Sin descartar tampoco, una nueva llamada de atención por parte del colegiado en su acta arbitral.

La segunda, y único movimiento de ficha posible por parte del club blanquiverde, trasladar el partido al nuevo Arcángel, como ya ocurriera hace unas jornadas, de manera que el filial disputase su encuentro liguero en el mimado césped califal, que presenta un estado óptimo para la práctica de este deporte. Este aspecto que hoy vemos en el estadio no es casualidad, es fruto de un buen trabajo y de no hacer mas uso de él, que el estrictamente necesario. La disputa del partido en el estadio municipal podría dotar de superioridad al segundo equipo blanquiverde ante un rival acostumbrado a jugar en campos de dimensiones reducidas como es su propio estadio "el Nuevo San Ignacio", donde el CD el Palo disputa sus partidos como local.

En manos del club está la decisión de cargar el césped del Nuevo Arcángel con un partido no previsto y favorecer en todos los aspectos al fútbol de su conjunto filial o seguir el guión establecido en verano y que el partido se juegue en el Fontanar. Habrá que esperar noticias oficiales por parte del club para ver si en este caso es, el fútbol, el que se debe ir con la música a otra parte.