Comienzo liguero dubitativo y estabilización (Parte I)

3 de junio de 2014 | 1ª RFEF | Javier Morales

Muchas bajas, consecuentemente muchas caras nuevas... el Lucena arrancaba de nuevo una temporada con un proyecto totalmente por descubrir. Después de un verano donde no se pudo renovar a hombres importantes en lo deportivo y en lo afectivo, el Lucena arrancaba después de una pretemporada no demasiado esclarecedora. Una cosa sí quedó clara, los celestes recibían demasiados goles. El punto fuerte de los equipos de Falete, era su punto débil, por lo que el trabajo era importante. Así los partidos oficiales empezaron a traer dudas. En las cuatro primeras jornadas, sólo se pudo sacar dos puntos. Y además se caía eliminado en la Copa del Rey de manera contudente ante el Leganés.

La experiencia del año pasado cuando se comenzó muy mal la liga y se terminó en play offs, dio paciencia una afición que no explotó ante su equipo. Las primeras victorias llegaron de manera consecutiva a domicilio ante el San Fernando y en casa ante el Cádiz. Era el inicio de una de las mejores rachas del equipo en Segunda B, siete semanas sin ser derrotado y José Ramón consiguió el récord de imbatibilidad del club en la categoría. El que truncó la racha fue el Albacete venciendo por 2-0. Antes se había vencido a Guadalajara y empatado con La Hoya y se merodeaba la zona de play offs.

Desde entonces, se lograron dos victorias más y dos empates en casa que impidieron meter la cabeza entre los cuatro primeros. También tuvo buena culpa de ello las tres derrotas que se cosecharon más. En Melilla y en las dos últimas jornadas de la primera vuelta en Sanlúcar de Barrameda y ante el Granada B.