Antonio Sarmiento se despide del Lucena tras diez campañas

Sin ruedas de prensa de despedida y sin hacer ruido. Como siempre ha trabajado, así ha comunicado Antonio Sarmiento que abandona el Lucena. Con discrección, con profesionalidad y huyendo de alardes, como el que hace sólo lo que tiene que hacer, sin esperar reconocimientos a cambio.

A través de un mensaje en su perfil de Twitter, " Después de 10 años, ha llegado el momento de decirte adiós. Gracias por tanto amor". el capitán lucentino anunciaba que al término de la temporada, dejará de pertenecer al club lucentino. Ojalá que la ansiada permanencia sea el mejor regalo para un hombre que ha vivido los mejores y los peores momentos del club como protagonista. Ha firmado la mejor clasificación histórica del club, dos play offs de ascenso a Segunda A, el ascenso en Noja a la categoría de bronce... y también conoció las agónicas salvaciones o los impagos como ocurre en la actualidad.

Mucho ha dado de sí, una etapa que se inició por casualidad. A Lucena llegó, cuando el equipo todavía se llamaba Atlético Lucentino Industrial, con una trayectoria que hablaba de un futbolista de futuro. Antes convertirse en un lucentino más, había militado en el Montilla, en el Córdoba donde estuvo en tres etapas, Poli Ejido y Cultural Leonesa, tras formarse en las filas del Séneca. Llegó por casualidad, porque el mediocentro cordobés se encontraba sin equipo tras no encontrar acomodo en ningún equipo de Segunda B. La idea era no perder la forma y recuperarse de una lesión, entrenando en Lucena, hasta que saliese alguna oferta de superior categoría. Sin embargo, Sarmiento se quedó para iniciar una etapa que quizás sea la más importante en su carrera deportiva que ha dado para diez temporadas.

La vinculación de Sarmiento, quién recibió en noviembre de 2011 un homenaje al cumplir los 200 partidos con la elástica celeste, ha ido más allá de su papel como futbolista del primer equipo. Preocupado de la cantera, inició un Campus con otros dos compañeros más, para los más jóvenes que es una cita marcada en el calendario estival. Ahí, se pudo ver que el "capitán" tiene madera de entrenador. Que es capaz de transmitir su sapiencia balompédica a los demás. Para ello se ha preparado, y muchos han reclamado ya en las redes sociales que el club le busque un acomodo, para que Sarmiento siga vinculado al Lucena.

Pero de lo que no hay duda es que pasará mucho tiempo hasta que la afición celeste lo olvide. Así tampoco se discute que el de Villarrubia tiene un lugar propio en la historia del club, ya que fue el autor del primer gol logrado por el Lucena en Segunda B. Fue en Écija rematando un saque de esquina, semanas antes de que llegase posiblemente el peor momento de su etapa como celeste, la lesión de rodilla que se produciría en Cartagena y que le apartó de los terrenos de juego durante toda la temporada.

@javier_moralesc