Alfaro, en su despedida, "No hay el más mínimo reproche para nadie"
19 de abril de 2021 | 1ª RFEF | Diego Arellano
El ya ex técnico cordobesista dijo que "no podemos pedir paciencia, pero sí que el cordobesismo siga creyendo en este proyecto, lo digo como profesional. Yo salgo, pero el proyecto va a salir bien"
El Córdoba CF decidió en la noche del domingo destituir a Pablo Alfaro como técnico del primer equipo blanquiverde y darle las riendas del mismo a Germán Crespo, hasta ahora técnico del filial. No cabe duda que no alcanzar el primer objetivo del club, como era aspirar a poder estar la próxima en Segunda División A, y por supuesto, estar ahora lejos de alcanzar un mal menor como era hacerlo en la Primera División RFEF, lo que equivaldría a un descenso encubierto y pasar la próxima temporada, si finalmente no se consiguen una de las dos plazas del nuevo subgrupo en el que ahora juega el conjunto blanquiverde, de jugar en la tercera categoría nacional a hacerlo en la cuarta, una hecatombe como la catalogó en su día el consejero delegado del club, Javier González Calvo.
Pablo Alfaro, después de despedirse de la plantilla y de los trabajadores del club, pasó por sala de prensa para realizar una última comparecencia de despedida. En la misma estuvo acompañado por Juan Gutiérrez ‘Juanito’ y Miguel Valenzuela. Tomó la palabra el director deportivo y dijo que “hoy es un día triste, porque tenemos que prescindir de un gran profesional como ha sido Pablo Alfaro y su cuerpo técnico, presente en la sala de prensa. Desde el club tenemos que agradecer la profesionalidad de su cuerpo técnico y de su persona en pos de sacar el máximo partido a una plantilla que evidentemente no ha conseguido los objetivos marcados desde hace tiempo, meterse en la nueva liga que se va a crear. Nosotros teníamos claro que el trabajo de Pablo ha sido muy profesional, ha intentado sacarle el mayor rendimiento a la plantilla, por eso hemos confiado hasta donde hemos podido en su persona y en su cuerpo técnico, pero en el fútbol mandan los resultados”.
Recalcó Juanito que “en esta rueda de prensa le gustaría estar al consejero delegado, Javier González Calvo, pero tienen que viajar y vendrán esta tarde. Damos respaldo a una decisión que nosotros hemos prolongado en pos de intentar revertir la situación, pero el fútbol tiene numerosas caras y evidentemente no se han conseguido los resultados y estamos en la obligación de luchar hasta última hora, hasta que haya vida hay esperanza, al equipo le quedan tres partidos. Pablo se lo ha hecho ver en su despedida a los jugadores”.
De inmediato tomó la palabra Pablo Alfaro, que comenzó diciendo que “es un poco el día de hoy, que nunca es agradable, el saber que llegan estos momentos, en la vida de un entrenador uno tiene que estar preparado para aceptar las situaciones que van viniendo. Cuando ayer se ponen en contacto les expresé que creía oportuno con mi cuerpo técnico el poder despedirnos de los jugadores, de los profesionales que trabajan en el club y de los aficionados. Solo puedo tener palabras de agradecimiento, realmente y de verdad. Todos los estamentos del club han estado presentes en los mejores y los peores momentos y uno tiene que estar preparado cuando llegan. A los jugadores les hemos dado las gracias por el compromiso que han tenido hasta el final, que sigan, que no se rindan, que las opciones matemáticas siguen existiendo y es lo último que los profesionales podemos hacer, rendirnos. Sé como funciona este deporte, este negocio, y los resultados mandan. Entiendo la postura del club y no nos queda otra que apechugar con la situación”.
El ya ex técnico del Córdoba continuó diciendo que “Aspectos que me apetece lamentar, no haber podido disfrutar por la pandemia de El Arcángel, de nuestro estadio. En estos cinco meses que han sido tan intensos en Córdoba, no me puedo acordar que el inicio fue magnífico, conseguimos creer que esto tenía buen aspecto. Gracias a mi cuerpo técnico, Juan Toribio, Álex Prieto y Sebas por la dedicación, profesionalidad y compromiso, que ha sido hasta el final”. Del mismo modo dijo que “en estos momentos, que son complicados, me apetece mucho, no podemos pedir paciencia, pero sí que el cordobesismo siga creyendo en este proyecto, lo digo como profesional. Yo salgo en este momento, pero el proyecto va a salir bien, porque hay muchas cualidades en este club, y lo digo en un momento difícil, pero es cuestión de que el proceso siga su curso. Es un proyecto que no tiene vicios, que tiene una gran ciudad detrás, una afición que merece mucho la pena. Creo firmemente que saldrá bien, Este proyecto seguirá cociendo y los profesionales que están serán capaces de encauzarlo y salir adelante”. Matizó que “ahora llega otro profesional que lógicamente hay que apoyar, no hay que rendirse, que esto sigue adelante. Los tres que hoy marchamos os deseamos lo mejor, cuando a uno lo tratan bien hay que saber devolver el cariño”.
Una vez terminada su alocución respondió en primer lugar a lo que creía que había podido fallar él personalmente y en qué la plantilla. Alfaro dijo que “he podido fallar seguramente en muchas cosas, pero hoy no es día de reprochar nada a nadie. Las valoraciones en este momento ya no me tocan a mí”.
También indicó sobre su destitución que “en el fútbol hay que entender muchas situaciones que se dan. Se podía haber producido antes, a lo mejor si ayer que es un partido para haber quedado 1-3 o 1-4 seguiríamos una semana más, pero son situaciones que uno tiene que entender y forman parte de nuestro mundo. No hay el más mínimo reproche para nadie”.
Sí se refirió el técnico aragonés que su peor momento en el Córdoba “fueron los últimos cinco minutos del partido con el filial del Real Betis, porque lo que pasó fuera de El Arcángel, que también dependíamos y lo que pasó en El Arcángel, en esos cinco minutos se nos fue todo al traste, cuando estaríamos peleando, que no sabemos si lo hubiéramos conseguido, por poder ascender a Segunda División A. Ese ha sido el peor momento, sin duda. El mejor, posiblemente el día de mi fichaje que sabía que venía a un club muy potente, y esos momentos que tuvimos en el primer mes, seis partidos sin encajar gol, pasar eliminatorias de la Copa del Rey ante rivales de Primera División, fueron momentos muy bonitos, son los que me duelen no haber podido vivirlos con El Arcángel apretando, apoyando y disfrutando”.
No quiso definir el vestuario que deja y afirmó que “todos los vestuarios son diferentes, lo forman personas, son grupos humanos, pero a veces he tenido la sensación de que, a nivel de compromiso, de profesionalidad, se les puede pedir poco más, luego a nivel de rendimiento sí, somos todos conscientes de ello, pero ellos te han dado lo que tienen dentro, son los primeros que están muy fastidiados y con ganas de revertir la situación. El vestuario no está muerto, el equipo no está muerto. El equipo no pierde la cara, no está muerto, hay que seguir estando con ellos hasta el final, hasta que las opciones matemáticas se den y ellos son conscientes de ello”.
Pablo Alfaro confesó que no afronta su destitución ni con rabia ni con alivio, sino “con sentimientos contrapuestos. Es cierto que hoy he dormido poco, pero he dormido bien, pero con esa rabia de no haber podido llegar hasta el final y haber conseguido alguno de los objetivos”. Por supuesto, niega que haya sido una pesadilla entrenar al Córdoba “para nada, ha sido un honor haber entrenado un club como este, una ciudad como esta, con una masa social como esta, entendiendo los momentos difíciles, que los ha habido, que he podido ser centro de críticas deportivas, que va en mi cargo, e intentando que nunca lo hayan sido por profesionalidad, ni por trato con el grupo humano, ni con el club”.
No quiso personalizar absolutamente nada y afirmó que “No es momento para esas situaciones. Cada uno somos de una manera y tenemos que llevarlo, convivir y tratarnos de forma profesional”.
Ahora cogerá su relevo German Crespo, técnico hasta ahora del filial. Alfaro deseó “todo lo mejor del mundo, es un profesional que estaba trabajando en la casa, estaba haciendo un muy buen trabajo en el filial, he tenido muy buen feeling personal y profesional. Nosotros los entrenadores tenemos que tener claro que hay un día en el que llegamos a un proyecto y hay alguien anterior, y un día que salimos y tiene que llegar otro. Yo, claro que le deseo lo mejor a él y al Córdoba, será en beneficio del club y de la entidad y eso de corazón que va dentro”.