El Lucena inicia el mes de junio receloso. Los celestes tienen 30 días por delante para despejar su futuro o para confirmar su condena. La sentencia saldrá de un despacho de la Tesorería General de la Seguridad Social donde se debe decidir si se acepta el plan de pago propuesto por el club o se requiere el abono de la totalidad de la deuda ante los impagos en los que incurrió la entidad.
Este es un tema que viene desde tiempo atrás, que ha seguido varios cauces hasta encontrarse bloqueada la situación en la actualidad. La propuesta lucentina cuenta con el respaldo y la aprobación de las delegaciones territoriales de Lucena y Córdoba, ahora queda Madrid. La cuenta atrás se ha iniciado, toda vez que los jugadores, han presentado denuncias ante la AFE por los impagos que han sufrido durante la temporada. Así pues, hay que liquidarlas antes del 30 del presente mes, para evitar el descenso administrativo a Primera Andaluza.
El dinero para levantar dichas reclamaciones está comprometido pero no es líquido. Diversas aportaciones públicas comprometidas en forma de subvención, Ayuntamiento y Diputación, cubrirán sobradamente el importe de las reclamaciones de los jugadores si bien, hasta que no exista un levantamiento de los embargos que lastran al club, el dinero no fluirá. 30 días para la intriga.
