2-2. Astenia primaveral

6 de abril de 2014 | 1ª RFEF | Javier Morales

La primavera es el tiempo de las flores, se cambia la hora,  estamos más alegres, el sol empieza a regalar caricias con sus rayos, los días son más largos.... pero no todo es positivo. Con el cambio de estación llega la astenia primaveral. Sin conocer el motivo, nos invade el cansancio, la sensabilidad de debilidad, nos falla la memoria, se nos altera el apetito y el sueño... todo un contrasentido y la mejor descripción de lo que le pasa al Lucena. Los celestes parecen necesitar que llegen las vacaciones, especialmente lo demostraron en la primera parte, transmite sensación de debilidad defensiva. Se ha olvidado de que era un equipo que no encajaba apenas goles, tras descolgarse de la pelea por el play offs, los de Falete se quedaron sin apetito y por más platos suculentos que se les presenten como puede ser el caramelo de la Copa no comen. Para colmo, se duermen cuando no deben. Y es que así salió en la primera parte, dormido, y se fue perdiendo al descanso. El Lucena está asténico y hoy la vacuna la encontró Fran que despertó a los suyos en la segunda parte hasta conseguir el empate. Sin embargo, se precisa una vacuna de larga duración, en caso de que no llegue pronto, los cinco partidos que le restan a los cordobeses se harán muy largos.

Eligió Falete a Álex Quillo y a Coco para jugar de inicio. El lienense en banda. El de Humilladero jugando por dentro para asociarse con Jesús Lanza y Sarmiento. Nada salió como estaba planeado. El primero no apareció y el segundo fue una víctima de su propio equipo. El Lucena salió dominando el choque durante los primeros compases, pero fue una ilusión. Poco a poco el Melilla ahogó a los locales y se invitieron los papeles. Los lucentinos tenían el balón pero donde no hace daño. En su propia área y en su propio campo. Los defensa combinaban intentando desalinear a los oponentes. No había manera. A la posesión le faltaba velocidad, profundidad, un patrón a seguir para hacer daño al rival. Los hombres de Juan Moya ejemplarizaron lo que los celestes querían hacer si querían hacer daño y no fue un ejemplo contundente. David Vázquez vio un hueco en la zaga y metió el balón en el área oponente. Ahí, ante la pasividad de los defensas, el esférico recorrió el área pequeña de un pico a otro y Guille Roldán hizo gol. El cordobés no lo celebró. La facilidad con la que hizo gol el Melilla atemorizó a una timorata retaguardia que de no ser por Sarmiento hubiese encajado otro gol dos minutos más tarde del primero. Los cordobeses no lograban imitar a sus semejantes y tan sólo quedaban dos recursos para intentar empatar.  El balón largo y la caída en la segunda jugada que no servía de nada y el balón parado. Tan sólo así inquietaron. Una falta botada por Jesús Lanza que casi se convirtió en gol y una prolongación de Javi Gómez que amortiguó Obregón para rematar a la media vuelta obligando a intervenir a Munir, pudieron ser la igualada. No llegó. Lo que si tuvo que encajar el Lucena fue otro golpe al mentón. Una falta botada desde el centro del campo la prolongó Chota y Migue Montes hizo el cero dos. Máxima castigo para un equipo dormido y una afición aburrida.

La entrada de Fran en la segunda parte por Santacruz mejoró las prestaciones de los locales. Sarmiento pasó al centro de la defensa y con el capitán retrasado y con el granadino con el timón en la medular, los celestes ganaron en criterio. La salida del balón mejoró ostensiblemente y la presencia en el campo rival se hizo perenne para los lucentinos. Al Melilla le duraban muy poco las posesiones y el Lucena merodeaba por el área de Munir. Salero, Jesús Lanza y Fran dispararon pero sin puntería. El revulsivo del partido fue un penalty decretado sobre Javi Gómez. Fran lo materializó y la inyección de moral hizo creer en la remontada. De nuevo Fran con otro nuevo chut casi lo consiguió, pero también Manolo con un disparo a bote pronto pudo sentenciar el choque.  De nuevo Fran, que estuvo en todas, sirvió un balón al corazón de área y Javi Gómez cabeceó a las manos de Munir.  Parecía que la búsqueda del empate sería inconcluyente, pero a falta de nueve para el final, Gato  tras driblar en el área y disparar subió el dos a dos al electrónico. La alegría pudo durar poco, ya que en la siguiente jugada, Manolo disparó al lateral de la red. El marcador no se movió más y los lucentinos rescataron un punto pero regalaron una nueva oportunidad a un rival directo.

Lucena CF 2  UD Melilla 2

Lucena CF: José Ramón, Sergio Rodríguez, Santacruz (Fran min.46), Obregón, Germán, Sarmiento, Jesús Lanza, Coco (Nabil min.84), Gato, Álex Quillo (Javi Salero min.55) y Javi Gómez.

UD Melilla: Munir, Pepe, Bolaños, Richi, Amarito, Nando, Guille (Sufián min.84), Nacho Aznar, Migue Montes (Manolo min.55) David Vázquez (Fran Miranda min.68),  y Chota.

Árbitro: Herrero Arenas, del colegio aragonés. Amonestó a los lucentinos Obregón y Germán. Hizo lo propio con Munir, Richi y Nacho Aznar.

Goles: 0-1 Guille Roldán min.20 0-2 Migue Montes min.42. 1-2 Fran de penalti min. 72. 2-2 Gato min.82.

Incidencias: partido disputado en el Ciudad de Lucena ante 800 espectadores. El partido sirvió como homenaje a la cantera local.