1-2. Tan agónico como importante

26 de enero de 2014 | 1ª RFEF | FRAN HABAS

Un gol de Mane en el 92` acerca la salvación para el Córdoba B.

Si tuviéramos que sacar a la palestra algún ejemplo de metamorfosis futbolística en los últimos meses ese sería, sin duda, el del Córdoba B. Desangelado y sin personalidad allá por el mes de septiembre. Competitivo como el que más en enero. Torear, nunca mejor dicho, y salir victorioso en plazas como la del Municipal de La Línea muestra, a las claras, el nuevo rol adquirido por un equipo que se acerca a pasos agigantados al objetivo de la salvación. Los de Rafael Escobar –tenían a tiro de piedra el Play-off- no caían derrotados desde la jornada 16, fecha en la que el CD El Palo se imponía 1-2 a los albinegros. El triunfo, para colmo, llega envuelto en un halo de heroicidad personificado en Mane, autor, en el tiempo de prolongación, del tanto que engancha, nuevamente, al filial con la senda del triunfo. Los hombres de Romero, por si fuera poco, enterraron unos augurios nada halagüeños. El mérito, pues, enorme.

 

No hay semana tranquila. De la calma a la tempestad en apenas horas. Comenzamos con los lesionados. Ni Sebas, ni Mendi, llegaron al duelo ante los linenses. Solo un renqueante Pedro, descartado por el propio Romero el viernes, apareció en la convocatoria por arte de magia. También de forma misteriosa –no por el hecho, sino por las formas- desapareció Javi Cabezas, otro ratificado por el entrenador califal en la comparecencia ante los medios. El extremo califal vio ante el CD Guadalajara su segunda cartulina amarilla como jugador cordobesista, lo que unido a las tres de su etapa astigitana hacen un total de cinco. El hecho de que el Comité no lo sancionara en su reunión del miércoles no exime de responsabilidad a la entidad califal, la cual podría haber sufrido alguna reclamación de haber alineado al jugador. Mención especial merece la no presencia de Adri Cuevas, cedido hasta el 30 de junio al Nàstic de Tarragona, conjunto del grupo III de 2ªB. Flaco favor a una plantilla que se desprende hasta final de temporada de uno de sus pilares básicos. En fin. Otro bandazo a la vista.

 

Con Gálvez en el once inicial, la principal novedad del equipo de José Antonio Romero fue ver a José Antonio González como referencia ofensiva al pie del peñón. Ello desplazó a Mane a banda derecha. Otro “delantero” que se une a una extensa nómina de remiendos provisionales. Urge la contratación de un nueve. El mercado invernal apura sus últimos días y las opciones escasean. Pese a que los resultados están acompañando, resta por delante todo un mundo.

 

Con un once albinegro sin cordobeses –Sergio Ortiz y Hugo Díaz aguardarían su oportunidad en el banquillo- el B sorprendió a los locales en el inicio de partido. Juan Guerra, con un lanzamiento desde la frontal que salió fuera, y Dani Espejo, con un disparo al aire en posición franca, tuvieron el 0-1 muy cerca. La soleada tarde gaditana prometía.

 

Sin embargo, el paso de los minutos igualó las fuerzas, hasta el punto de sacar del relativo letargo a Razak, quien con sus intervenciones evitó algún que otro tanto campogibraltareño. Especial mención merece la parada del ganés a disparo con la diestra de Joe tras un saque de esquina. Fue, sin duda, la mejor ocasión de gol en los primeros 45 minutos. El descanso llegó con las espadas en todo lo alto. El empate, habida cuenta de los resultados de la jornada, no contentaba ni a unos ni a otros.

 

Tras el tiempo de asueto, golpetazo encima de la mesa. Juan Guerra, tras recoger un buen pase de José Antonio González, deshizo la igualada en el tres de la reanudación. El tanto del sevillano, a tenor de los resultados en ese momento, sacaba del descenso al filial. La felicidad pudo elevarse al cuadrado si Mane, con la Balona noqueada, hubiera establecido el 0-2 tras un mano a mano con el meta local. El maleno no acertó.

 

Y como se suele decir, quien perdona acaba pagándolo. Ramiro, cuando apenas llevaba segundos sobre la hierba, empató la contienda al filo del cuarto de hora del segundo acto. Su cabezazo, casi a bocajarro, imposible para Razak, quien encajaba el primer tanto en jugada como jugador blanquiverde. Las fuerzas volvían a igualarse sobre el césped artificial del Municipal, si bien una acción marcaría el tramo final de partido. Samu, delantero albinegro, vio la segunda cartulina amarilla por una absurda mano. Los de Escobar jugarían los últimos 25’ en inferioridad numérica.

 

Pese a ello, los balonos nunca le perdieron la cara a un duelo que se decidió en la prolongación. Mane, tras un buen centro de Dani Espejo desde línea de fondo, no perdonó, asestando un mazazo definitivo a los del Campo de Gibraltar. La estrategia, funcionó. El canterano, aún con la acción del posible 0-2 en la cabeza, se desquitó con creces, posibilitando la consecución de tres puntos que acercan a tan solo dos la salvación. La próxima jornada, en lo que será otro duelo más que importante, los de José Antonio Romero, sin Gonzalo Verdú sancionado, recibirán a un Atco. Sanluqueño en horas bajas y que actualmente ocupa el farolillo rojo del grupo IV con 17 puntos.

 

Balompédica Linense 1  – Córdoba B 2

 

Balompédica Linense: Mateo, Manu Palancar, Javi Gallardo, Joe, Olmo (Hugo Díaz, 57’), Ismael “Chico”, Juampe, Chema Mato, Samu, Copi (Ramiro, 57’) y Óscar Martín (Sergio Ortiz, 46').

 

Córdoba B: Razak, Cristian, Bernardo, Fran González, Antonio Lucena, Rafa Gálvez, Mane, Gonzalo Verdú, Juan Guerra, Dani Espejo y José Antonio González (Sergio García, 83’).

 

Árbitro: Artacho Cobo (C. Andaluz). Amonestó a los blanquiverdes Gonzalo Verdú, Antonio Lucena, Cristian Márquez y Razak, así como a los albinegros Javi Gallardo, Copi, Ramiro, Ismael “Chico” y Samu, este último en dos ocasiones, por lo que fue expulsado (68’).  

 

Goles: 0-1 Juan Guerra (48’)  1-1 Ramiro (58’)  1-2 Mane (92’)

 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 23ª jornada del Grupo IV de 2ª División B celebrado en el Municipal de La Línea ante 1.500 aficionados, aproximadamente. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Calzado Ferrer “Litri”.