2-2. El Villanueva empata en Montilla y manda a los de Galindo a Preferente

El Atletico Villanueva certificó el descenso del Montilla a Preferente, tras empatar a dos goles, en un partido en el que los locales necesitaban la victoria para llegar con vida a la última jornada.

Un encuentro en el que sin duda estaban puestos muchos ojos por parte de los equipos implicados en la lucha por el descenso, y donde el conjunto de José Carlos Galindo tenía la presión de salir desde el pitido inicial a amarrar los puntos en su feudo. Y esta premisa se vislumbró desde los primeros compases, donde el conjunto amarillo tomó la iniciativa del juego, ejerciendo una presión arriba, recuperando rápidamente el esférico y buscando la espalda de la zaga jarota. No habían trascurrido ni diez minutos, cuando el Montilla dio el primer aviso por mediación de Miguel Ángel. El estilete amarillo recogió un balón en el costado derecho, engañó en la salida a Pedro, pero se quedó algo escorado de la meta jarota, y aunque logró sacar un centro templado, la defensa rojilla lo desbarató. Pasado el primer cuarto de hora, Miguel Ángel no perdonaría, y tras recibir un pase entrelineas y ganarle la espalda a la defensa del Atlético Villanueva, batió a Pedro con un disparo inapelable. El Montilla conseguía adelantarse en el encuentro, en el que, el Atlético Villanueva a pesar de no perder la cara en esos minutos, estaba planteando un partido como un equipo roto, en el que faltaba algo de centrocampismo, llegando sus mejores oportunidades en jugadas a balón parado. Una falta sacada por Sergio Arroyo sería rematada por Tato en el segundo palo libre de marca, pero en su intento de encontrar a Isidro, el cuero se marchó cruzado del arco defendido por Andrés.

Llegado el ecuador del primer acto, el guión del partido continuaba manteniéndose, con un Montilla llevando a cabo rápidas acciones intentando encontrar un segundo gol que les diera tranquilidad, que lo tuvo en sus botas el efectivo amarillo Antonio Luis. Este aprovechó un envió en largo para marcharse de su marcador, Álvaro Moreno, entró en el área, caracoleó a Pedro, pero su disparo fue sacado in extremis por el lateral jarote bajo palos. Esta ocasión tendría la respuesta, de nuevo con Tato de protagonista en una jugada de estrategia, pero su testarazo se marchó fuera.

Tras el paso de vestuarios, el equipo dirigido por Bartolomé Arevalo comenzó a tener algo mas dominio del esférico, apareciendo jugadores como el pozoalbense Migue Márquez, que tras una buena jugada personal, encaró área por banda izquierda, y tras despejar la zaga vinícola su envío, recogió el rechace y lanzó un trallazo desde la frontal, que obligó a Andrés a lucirse. Dos minutos después, llegaría una de las jugadas mas polémicas del partido, y que significaría la igualada para el Atlético Villanueva. Tras una jugada en el área jarota, un jugador vinícola, Pedraza, queda tendido dentro del área, los jugadores jarotes que habían comenzado el contragolpe, no ven la incidencia y continúan la jugada. Isidro avanza metros sorteando varios jugadores montillanos, penetra en el área, y deja el esférico a placer para que Pedro Villarreal, que llegaba desde segunda línea empale el balón al fondo de las mallas. Tanto que ponía tablas en el marcador, pero que generaba el malestar en la grada y en el banquillo local, ya que el jugador tuvo que ser inmediatamente sustituido por problemas respiratorios.

El partido con los nervios y esta circunstancia se empezó a poner algo bronco, pero de nuevo pasado el cuarto de hora del segundo tiempo, quien de nuevo se adelantaría sería el Montilla. Una jugada por banda de Robles, mete un balón al corazón del área que es rematado por Miguel Ángel, y con Pedro batido, el balón se estrella en el brazo del lateral jarote Álvaro Moreno. El trencilla no dudó en expulsar al jugador jarote, y el veterano jugador montillano, Juanru, no dudaba en aprovechar la pena máxima, y poner de nuevo a su equipo por delante en el electrónico. Con un jugador menos, y un Montilla empeñado en sentenciar el partido, el partido se complicaría aun mas con la expulsión por roja directa de Isidro. Pero con todas las circunstancias en contra, dos jóvenes jugadores de la cantera jarota aprovecharon su oportunidad, como son los juveniles Marcos y Alberto Cruz, y además de aportarle frescura y chispa al equipo rojillo, protagonizaron el gol del empate. Un corner sacado por el propio Alberto, sería aprovechado por Marcos, que solo, libre de marca en el segundo palo, le da tiempo a controlar el esférico y fusilar al guardameta Andrés. Este gol de la igualada, generaba los nervios en la parroquia local, que veía como con nueve jugadores le empataban el partido, y buscaron a la desesperada el gol de la victoria. Asi en los últimos diez minutos, fue un partido muy intenso, no apto para cardiacos, en el que había continuos contragolpes de un campo a otro, y donde ambos equipos tuvieron ese gol agónico. Picón, tras una buena triangulación entre Alberto y Marcos, la tuvo para el Atlético Villanueva, pero el delantero jarote, solo para enfilar al guardameta local, optó por el disparo que se marchó por encima. Y por parte del Montilla, con la defensa jarota intentando achicar como buenamente podía, tuvo su gran ocasión cuando expiraba el partido, con un derechazo desde la frontal de Juanru, pero el cuero se marchó lamiendo el palo derecho del arco de Pedro.

Montilla-2 Villanueva-2

Montilla CF.: Andrés, Carraña, Alberto, Jesús, Figu, Cordobilla, Pedraza, Luis Vico, Miguel Ángel, Antonio Luis y Moro.

Atletico Villanueva: Pedro, Diego, Álvaro Moreno, Tato, Alberto Arroyo, Cepas (Schuster 56´), Migue Márquez, Sergio Arroyo (Marcos 62´), Picón, Isidro y Pedro Villarreal (Alberto Cruz 76).

Goles: 1-0 Miguel Ángel 17´; 1-1 Pedro Villarreal 51´; 2-1 Juanru 63´; 2-2 Marcos 78´.

Árbitro: Muñoz Camacho, de Malaga. Amonestó por parte local a Moro; y por parte visitante a Tato y Cepas. Expulsó por doble amarilla a los visitantes Álvaro Moreno (62´), y con roja directa a Isidro (72´), al entrenador visitante Bartolome Arévalo y su utillero; y al tecnico local Jose Carlos Galindo una vez acabado el partido.