2-1. El reencuentro más esperado

En el deporte de equipo, en algunas ocasiones, no hace falta ser mejor que tu rival para conseguir el triunfo. Errores, imprecisiones, espesura sobre el césped, falta de ritmo… Todo este cúmulo de factores durante 45 minutos no han impedido al Salerm Puente Genil reconciliarse con el triunfo en el Manuel Polinario tras vencer al Mairena por dos a uno gracias a un tanto de Edu Chía en el minuto 89. Un resultado que se celebró por todo lo alto en la grada, que no festejaba una victoria desde el aplastante triunfo de los rojinegros contra el Pilas y que este domingo les agitó como para pedir a los jugadores que volviesen al terreno de juego para brindarles otra ovación cuando ya estaban en el vestuario.

Sin embargo, el inicio de partido no fue nada favorable para los locales. Salieron descentrados, muy espesos, y acusando errores inexplicables en las entregas. La falta de intensidad propició que en el minuto 11, una jugada por banda izquierda sirviera para que Monache, que dejó algún detalle de calidad desde el costado, pusiese un centro al primer palo que cabeceó Javi Jiménez para transformar el primero de la tarde.  Un gol que dejó en evidencia a la defensa, poco contundente y despistada en el primer cuarto de hora. No obstante, el Mairena tampoco desplegó un juego como para ser merecedor del triunfo. Los envíos en largo entraron en escena. El centro del campo, con Fito y Pepe Rey con problemas para conectar defensa y parcela atacante, tuvo que desarrollar más labores de destrucción que de creación; obligando a la defensa a ser la encargada de iniciar las jugadas ofensivas. La presión pudo ayudar a Bubu a conseguir el empate, que robó un balón a un central del Mairena. Sin embargo, se entretuvo el de Marinaleda y no encontró un buen ángulo de tiro. La pobre propuesta futbolística del equipo rojinegro hacía temer otro mal resultado en casa justo en el día en el que no se podía fallar. El equipo, en todas sus líneas, no encontraba la comodidad necesaria para disputar el encuentro. Bubu, en el 37, volvió a gozar de otra ocasión que no materializó.

La segunda mitad fue otro cantar. Pasar de un 4-2-3-1 al 4-4-2 con Maero como pareja de ataque con Bubu fue el principio de un acierto en el planteamiento táctico del encuentro. Sin embargo, para fraguarse un triunfo a veces se tiene que sufrir. Ahí estuvo un Luiso, que con una suerte que buscó, salvó dos goles cantados. Su energía es una ventaja innata para un equipo que, a la hora de partido con un tiro de Maero fuera, despertó y empezó a empujar, a imprimir otra velocidad al partido, y a ir en busca de un objetivo claro: los tres puntos. El corazón fue la bandera de un equipo local que a base de garra y casta empezó a generar ocasiones de gol consecutivas. Oprica, que tuvo una actuación correcta aunque individualista, dio medio gol a Maero en el minuto 64 al entregarle un balón al de Estepa para empatar el encuentro. 14 goles para un delantero que esta semana ha jugado con una rotura y que el viernes perdió a su abuelo, al que le dedicó el tanto. A partir de ahí, más intensidad por parte de los rojinegros, que se creyeron que esta sí podía ser su tarde. Con un Mairena superado y sin fuelle físico, el conjunto pontanés gozó de alguna ocasión más, hasta que en el 89, Edu Chía se disfrazó de “héroe” y marcó el gol de la victoria, de un triunfo que era tan necesario como la alegría de una afición que ya quiere volver a disfrutar de otra dosis de felicidad.

FICHA TÉCNICA

SALERM PUENTE GENIL: Luis; Jesús Ángel (Pedraza, 59’), Álvaro, Edu Chía, José Carlos; Fito, Pepe Rey (Maero, 46’); Sandro (Membiela, 89’), Oprica (César, 82’), Miki; Bubu.

MAIRENA: Manu Toro; Andrada, Roca (Juanan, 89’), Chema, Pablo, Óscar, Javi Jiménez, Fran Vargas (Jaime, 87’), Serero (Céspedes, 63’), Monache, Manu Cruzado (Alberto, 83’).

GOLES: 0-1, min. 11: Javi Jiménez. 1-1, min. 64: Maero. 2-1, min. 89: Edu Chía.

ÁRBITRO: Vázquez Tovar, de Málaga. Amonestó a Pepe Rey por los locales y a Óscar, Manu Cruzado, Monache y al técnico por los visitantes.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada del grupo 2 de Primera Andaluza, disputado en el Estadio Manuel Polinario “Poli” de Puente Genil (Córdoba) ante unos 700 espectadores. Antes del inicio del partido, se guardó un minuto de silencio en memoria del abuelo de Maero, jugador del Salerm Puente Genil.