El escaso fondo de armario, puñalada mortal para un necesitado Córdoba B

25 de mayo de 2015 | | FRAN HABAS

Entre José Antonio Romero y Luis Miguel Carrión emplearon a 26 jugadores, siete menos que en la temporada 2013/14

Muchos son los factores que llevan a un equipo a consumar un descenso de categoría, si bien en el caso del Córdoba B un apartado sobresale sobre el resto: la escasez de plantilla. Tanto José Antonio Romero como Luis Miguel Carrión han tenido que hacer frente a una competición tan dura como la Segunda División B con un bloque descompensado. Si bien el desliz a la hora de confeccionar la plantilla puede pasarse por alto en el incio de temporada, el no reforzar al equipo en el mercado invernal no tiene perdón deportivo.

 

En enero abandonaron la entidad cuatro jugadores (Austin Eaton, Alberto Quiles, José Antonio González y Antonio Lucena) y tan solo llegaron dos (Marc de Val y Sergio Díaz). Todo este desaguisado, por ejemplo, dejó al equipo con tan solo un delantero centro nato: Juanfran. Florin Andone subió con Djukic en la primera vuelta para no volver nunca más al B. Juveniles como Niko o Vera han sido los acompañantes o relevos del sevillano. Para el recuerdo, y al margen de Andone, el debut en Primera División de Fran Serrano, Bijimine y Sergio García.

 

La cifra de jugadores utilizados esta temporada asciende a 26, siete menos que la campaña 2013/14. Entre ellos, cinco juveniles: Sergio Domínguez, Sergio García, Niko, Sebas Moyano y Vera. Únicamente estos dos últimos tuvieron una participación más que testimonial. Otras piezas, en lo representa falta de banquillo, han tenido que adaptarse a varias posiciones. Jonathan Bijimine, por ejemplo, ha actuado tanto de central, mediocentro defensivo y mediapunta. Uxío Marcos, de igual modo, ha compaginado el centro de la zaga con la posición de hombre de contención en la medular. Caso similar lo protagoniza Marc de Val.