El Lucena visitará en la mañana del domingo al Arroyo. La cita, a las doce de la mañana, tiene cariz de final si se quiere evitar caer a los puestos de descenso. Para hacer piña de cara a ese choque, la plantilla lucentina ha decidido estrechar lazos con una barbacoa que celebraron en el día de ayer al término del entrenamiento. En el acto de confranertización intervinieron todos los futbolistas de la primer plantilla y el cuerpo técnico de club.
La visita al Arroyo, que no podrá contar con su lateral izquierdo habitual, Gaza, por sanción, será la tercera que se rinda. Hasta el momento, lo lucentinos se han vuelto con el botín completo o de vacío. En su primera comparecencia en el Municipal arroyano se vencía por 0-2 y la pasada temporada el Arroyo se resarcía derrotando a los cordobeses por 3-0. En la presente temporada, los arlequinados han disputado cinco encuentros actuando como locales, de los cuales venció en dos, empató en dos y perdió en uno. Fue el San Roque de Lepe el único que logró vencer en su casa al cuadro de Pato, y lo hizo por la mínima. El Palo y la Balona igualaron y Sevilla Atlético y Almería B fueron derrotados por el mismo marcador, 1-0.
El colegiado para la cita será el madrileño Sánchez Seco-Otero. Un trencilla que ha protagonizado varias polémicas. La más importante tuvo lugar en Zorrilla, cuando en un duelo de Primera División entre el Valladolid y el Málaga, terminó provocando la expulsión de varios componentes del banquillo pucelano con su labor como cuarto árbitro. También en Loja, unas temporadas más tarde tuvo que parar el choque porque un recogepelotas amenazó con una navaja a uno de sus asistentes. La presente campaña será la novena en Segunda B para el madrileño. Y curiosamente fue el trencilla que impartió justicia en el estreno del Ciudad de Lucena. Sería el primer arbitraje de los varios que ha realizado a los cordobeses. En la 11/12 dirigió el partido ante el Villanovense que terminó con victoria visitante por 2-4 y el tropiezo casero ante el Cacereño, 0-1.
