Reflexiones sobre la Feria de Córdoba

Años llevamos arrastrando el lastre de una feria que no levanta cabeza. Atrás quedaron los años que revitalizarón los novilleros de los noventa con Finito a la cabeza. En el recuerdo quedan sus actuaciones en el Coso de Los Califas y, como no, la de sus compañeros de la época …Chiquilín , El Cordobés, Jesulín como jóvenes que apretaban y consolidados toreros como Espartaco, Emilio Muñoz, Fernando Cepeda, Ortega Cano, Paco Ojeda, Curro Romero ... .

Córdoba en plena ebullición. El Hotel Gran Capitan, ya desaparecido, con el no hay billetes en tertulias, exposiciones de pinturas, fotografias … y el Meliá y todos ... y las calles, y los bares ... . Ahora no. Las nuevas generaciones toreras no consiguen levantar la Feria . La decadencia y la crisis han abocado a la Córdoba taurina a un par de corridas y una de rejones, pero ni así. Este año Antonio Ferrera llegaba como indiscutible triunfador de Sevilla acompañado de un torero como Curro Diaz que en Madrid mostraba días antes su disposición y que nunca había toreado en Cordoba, siendo de Linares … muy cerca. Cerraba la terna Jiménez Fortes que reaparecía tras resultar cogido en Madrid en la trágica corrida en la que también fueron heridos David Mora y Antonio Nazaré a solo una semana del percance …, bien pues hubo unas mil personas de pago. Al día siguiente tres figuras, Ponce al frente, Morante con el recuerdo del rabo que cortó el año anterior en esa misma plaza y Alejandro Talavante, uno de los triunfadores de San Isidro ... mucho público pero no se llenó.

Córdoba necesita un revulsivo ... algo que la mueva, la inquiete, la agite y sobre todo una propiedad que no ocupe gratis el mejor tendido del coso … quizás ese sea el cáncer de Córdoba.