Cuando todo el mundo (taurinos, profesionales, aficionados y ... yo que sé cuánta gente más) dan por seguro el nombre del empresario, -todos hablan de un taurino madrileño y no de uno salmantino-, que la Sociedad de Propietarios de la Plaza de Toros de Córdoba tiene preparado en su "plan B", -como le gusta decir al presidente de la misma, Tomás González de Canales-, y el juicio ya está fijado para la primeros de la próxima semana, más concretamente para el lunes en el juzgado de primera instancia número seis de la capital, tras la denuncia que la pasada semana presentaron los propietarios donde piden que se proceda a la suspensión temporal del contrato de explotación firmado con Ramguertauro durante la celebración de la feria de este año, acabo de recibir una llamada de una fuente bien informada en la que me ha comentado que la empresa que a día de hoy todavía lleva las riendas empresariales del Coso de los Califas, la de Ricardo Ramírez, "va a dar la feria de Córdoba".
La dará. No la dará. Pues muy pronto lo sabremos. O no. Porque una cosa que parecía que iba a tener una pronta, pero muy pronta solución, se ha convertido ya en un culebrón que lo único que está sirviendo es para dañar mucho la imagen del coso cordobés y ya no digamos a la ciudad de los Califas.
Entre tanto, si quereis escuchar las declaraciones que acaba de hacer Tomás González de Canales al programa El Toreo, de Canal Sur Radio, pincha aquí.